Probamos: Optoma ZK 507-W, un rayo de luz

Optoma ZK 507-W

Escribir un artículo de un producto Optoma te obliga a mencionar el origen de esta compañía taiwanesa y lo que significa ser la marca abanderada en todo tipo de dispositivos de visualización del gigante chino de la electrónica, Coretronic. Y es en ese momento, al recordar la cantidad de veces que hemos disfrutado con las novedades y los magníficos stands de ambas compañías en distintos eventos de gran calado, cuando uno no puede evitar derramar una lagrimilla, recordando que hace apenas un año podíamos desplazarnos a otros países sin problemas y visitar sus ferias audiovisuales, antes de que el dichoso coronavirus campara a sus anchas por el planeta.

En concreto, la edición de la feria ISE 2020 de Ámsterdam fue especial por muchos motivos. Allí, Optoma presentó al mundo un sinfín de novedades, entre las que destacaba el inmenso panel led Quadzilla y un proyector (ZK 1050) que viene a ser el hermano mayor de nuestro invitado en esta prueba de laboratorio. Pero hay que remarcar un par de detalles importantes sobre la propia ISE. Por un lado, era la última vez que se iba a celebrar en Países Bajos antes de dar el salto a nuestro país, después de estar alojada en el recinto ferial RAI de Ámsterdam durante 15 años. Por otra parte, y ahora es cuando nos damos cuenta de la importancia de este dato -a pesar de que nadie en aquel momento podía imaginarlo-, también fue la última gran feria de masivo alcance internacional (no solo del mundo de la electrónica) que se celebró presencialmente. Mientras transcurría aquella ISE, se canceló el MWC 2020 de Barcelona a causa de la Covid-19, y nadie podía imaginar lo que nos iba a tocar vivir desde entonces y hasta este momento en el que la edición 2021 de la ISE en Barcelona se ha retrasado hasta la primera semana de junio. Esperemos que se pueda mantener tal y como está prevista en el momento de la redacción de este artículo, con una parte de feria presencial y otra parte de feria Digital a través de la red de redes.

 

Presentando las mejores credenciales

Volviendo al protagonista de nuestro análisis, el Optoma ZK 507-W -que es como se llama nuestro invitado- nos presenta la mejor muestra de por qué está compañía goza de la popularidad y reconocimiento que atesora en un mercado tan complejo como el de la proyección digital para aplicaciones profesionales. Por si esto no fuera suficiente, Optoma también ostenta el título de actor principal en la video proyección doméstica destinada a los sistemas audiovisuales de Home Cinema, sea cual sea el rango de precios que se establezca.

Es verdad que las exigencias medioambientales están poniendo, cada vez más, contra las cuerdas a los fabricantes que siguen utilizando fuentes de iluminación basadas en lámparas. Por ello, la inmensa mayoría de marcas se está mudando a fuentes de iluminación alternativas, principalmente láser y en menor medida dispositivos led. Pero no es menos cierto, que son pocos los que están apostando de una forma tan decidida por sistemas de iluminación tan potentes y capaces de ofrecer experiencias realistas, como lo está haciendo Optoma. En las dos versiones de alta gama que preceden a nuestro protagonista, encontramos un sistema de iluminación láser dual con diodos láser para dos de los tres colores básicos -rojo y azul- capaces de alcanzar una luminosidad de hasta 10.000 ANSI Lumens en el modelo ZK1050 y de 7.500 ANSI Lumens en el ZK750. Pero Optoma no se ha olvidado de aquellos que cuentan con un presupuesto más ajustado o de los que no necesitan una proyección gigantesca que llene una pantalla de varios metros de anchura. Ppara ellos, mediante este modelo ZK507-W, ofrece un dispositivo capaz de reproducir una resolución 4K en pantalla, con sus 8.3 millones de pixeles independientes, que atesora la nada despreciable cifra de brillo máximo de 5.000 ANSI Lumens. Gracias a su Light Engine (también DuraCore como sus hermanos mayores, pero con un solo bando de diodos) basado en el sistema de iluminación láser Blue Phosphor, hará las delicias de quien desee obtener una pantalla que puede incluso superar las 150 pulgadas, manteniendo un brillo en la misma que le permite alcanzar sin problemas la certificación HDR10 y HLG, algo totalmente impensable hace apenas uno o dos años en un proyector de este rango de precios.

Como todo el mundo conoce, una de las ventajas más importantes de la iluminación láser, al margen de ser una fuente de energía más limpia y ecológica, es que nos vamos a olvidar de la necesidad de cualquier tipo de mantenimiento y de los altos costes que ello acarrea. Las lámparas de proyección perdían gran parte de su capacidad lumínica con unos pocos cientos de horas de uso y tenían un final de vida decididamente desastroso, puesto que con apenas dos o tres mil horas de uso, en el mejor de los casos, nos veíamos obligados a realizar un fuerte desembolso económico para reemplazar la fuente de luz. Optoma consigue con este modelo una increíble cifra de vida útil del sistema láser de hasta treinta mil horas, antes de que pierda como máximo un 20% de su brillo. Es innegable que, solo por este motivo, ya merece la pena plantearse la compra de este proyector sea cual sea el uso al que esté destinado, pero si además estuviera asignado a una instalación donde vaya a estar funcionando durante varias horas cada día de la semana, el ahorro en costes de mantenimiento te permite amortizar la inversión en un plazo de tiempo ridículo en comparación con un proyector de iluminación tradicional.

 

 

Optoma ZK 507-W

 

A pesar de que algunas empresas de renombre en el panorama audiovisual – y no pocos fan boys que les siguen- pretenden desacreditar el sistema de resolución 4K que se consigue con los chips DMD de Texas Instruments gracias a la tecnología XPR, yo soy un firme convencido y defensor de que lo que nos ofrecen en pantalla los proyectores basados en estos chips es una auténtica resolución 4K. Es verdad que este Optoma ZK 507-W cuenta con un chip DMD cuya resolución nativa solo contiene la mitad de pixeles de dicha resolución (2.716 x 1.528= 4.150.048). Pero no es menos cierto que, gracias a la rapidez con que pueden moverse -que supera infinitamente a la rapidez de nuestro cerebro para recibir y procesar las imágenes- son capaces de ofrecer a nuestros ojos de forma simultánea en pantalla los 8.3 millones de píxeles independientes contenidos en una señal nativa 4K. Además, lo hace con la ventaja de conseguirlo con un único chip y derivándose de esta circunstancia la excelente definición de los proyectores monopanel, que hacen las delicias de los adictos -entre los que me encuentro- a la imagen con la nitidez exquisita inherente a esta tecnología.

Seguro que partes interesadas quieren comparar este sistema con las diversas implementaciones de los sistemas de desplazamiento de píxeles que se encuentran en proyectores basados en tecnología LCoS o LCD, pero no conviene dejarse convencer. Es innegable que existen diversas máquinas dotadas de tecnología de desplazamiento de píxeles que ofrecen una resolución 4K simulada, con una precisión y calidad envidiable. Algunas de verdadera referencia. No obstante, lo que vemos en ellos no es más que una resolución HD duplicada en diagonal que, en el mejor de los casos, nos brinda 4 millones de píxeles en pantalla, que representan justo la mitad de la resolución que se obtiene en el caso de los proyectores DLP con tecnología XPR, como el que nos ocupa en este artículo.

 

Preparado para un uso profesional exigente

Tradicionalmente, los fabricantes de proyectores de vídeo escogían para sus creaciones dos tipos de estrategias. Si el producto iba a ser destinado al mercado del Cine en Casa, se maximizaban sus características relacionadas con la mayor tasa de contraste, la fidelidad cromática y la flexibilidad de instalación en un entorno doméstico. Por el contrario, si el destino de sus creaciones estaba enmarcado en el universo de uso profesional, se favorecían, a costa de aquellas, unas especificaciones encaminadas hacia una alta luminosidad, larga duración del sistema de iluminación y un panel de conexiones que permitiera un control y monitorización de la máquina desde dispositivos externos. No cabe duda de que los ingenieros de Optoma han tenido muy claro, en la concepción de este proyector, que se pueden intentar alcanzar las demandas de ambos mundos y obtener una nota sobresaliente en ambos apartados.

El ZK507-W viene equipado con una óptica de precisión diseñada para minimizar las aberraciones cromáticas y las fugas de color; adicionalmente, cuenta con un sistema de sellado que alcanza la certificación IPX5. Además, su instalación en cualquier ambiente no supondrá un problema gracias a la flexibilidad que otorga su sistema de desplazamiento vertical de hasta 15º en ambos sentidos y su lente dotada de un potente zoom de accionamiento manual de factor 1.6x, que, con una distancia de proyección de 5 metros, nos permite obtener un tamaño de pantalla de entre 100 y 160 pulgadas de diagonal. Para cubrir las necesidades de los cinéfilos más exigentes, gracias a su sistema de iluminación láser, permite alcanzar una reproducción del color muy precisa en contenidos HD codificados en el espacio de color Rec. 709. (cualquier película en Blu-ray o los contenidos HD de las plataformas televisivas). Al combinarlo con el chip DMD de 0.66” que equipa -y que siempre se ha distinguido por una alta tasa de contraste intra-imagen-, se eleva de una forma muy convincente la cifra que se obtiene en la medición de contrate On Off. Todo ello, gracias al sistema de modulación de luz dinámico que permite ir variando la intensidad del banco de diodos láser para que alcance el 100% en las escenas más luminosas y acto seguido poder reducirla en escenas con contenidos oscuros, llegando a poder apagarlo completamente si la imagen reproducida lo exige.

Pero donde realmente supera a sus competidores por un gran margen es en la capacidad de control externo de la unidad. Soporta protocolos de control por LAN con software Roomview que le permiten formar parte de una red de hasta 250 proyectores con un solo PC. Es compatible con sistemas de control de marcas tan prestigiosas como Extron IPLink, AMX o Crestron, y cumple con los estándares de Telnet y PJLink entre otros. También tiene soporte para QuickCast Pro hasta resolución 4K, con la ventaja de poder reproducir contenidos de dongles externos compatibles con esta tecnología (ChromeCast, por ejemplo) a través de una sencilla aplicación en el teléfono móvil.

Para terminar con la presentación de las principales características del ZK507-W, no debemos pasar por alto la reseña obligada a su potente menú de usuario. Es verdad que no es precisamente intuitivo, ni excesivamente amigable en su uso, pero suple esas carencias con creces gracias a la profundidad de este y a las posibilidades que brinda a cualquiera que desee calibrar la unidad de la forma más profesional. La experiencia de navegación es un poco tortuosa, pero el menú incorpora numerosos preajustes de imagen en función de los contenidos que se vayan a reproducir, y estos son lo suficientemente precisos como para no tener que modificar prácticamente ningún parámetro en los ajustes básicos. La conmutación entre señales SDR y HDR es inmediata y con rigurosa concisión. Pero si lo que deseamos es llevar las posibilidades de la máquina al extremo, tenemos la posibilidad de entretenernos y disfrutar de un menú que además de controlar la escala de grises en los tres primarios gracias al ajuste de Gain y Offset, cuenta con un completo CMS que permite ajustar los tres colores primarios y sus complementarios, en los tres ejes del diagrama que forman el Gamut de color escogido.

 

Pruebas de visionado

Para la realización de las pruebas de campo, sometimos al ZK507-W a dos test diferentes en entornos realistas en los que podría desenvolverse en condiciones normales de utilización. Por un lado, simulamos una instalación en un local de hostelería con una pantalla de 106 pulgadas (2.35 metros de base) y una ganancia de 1.3 de la estadounidense Da Lite, en un recinto sin control total de la luz ambiente mientras proyectaba señales 4K nativas provenientes de eventos deportivos a través de los canales disponibles en nuestra red nacional de operadoras televisivas. El resultado no puede ser más espectacular. La nitidez en los primeros planos de los jugadores sirve para hacer justicia al trabajo de los operadores de cámara y al desembolso que esas empresas han hecho en equipamiento 4K, trayéndonos una calidad de imagen soberbia mientras disfrutamos-sufrimos de las peripecias de nuestros equipos favoritos en gloriosa Ultra Alta Definición. La alta tasa de contraste que se consigue con el sistema Dynamic Black, combinado con la superior luminosidad que ofrece el sistema de iluminación láser, aporta un realismo que acentúa las bondades anteriormente descritas de nuestro invitado y, al mismo tiempo, reduce de forma significativa el lavado de imagen que se produce al contaminar la pantalla con cierta cantidad de luz ambiental.

El segundo ensayo, que además nos sirvió para realizar la calibración y mediciones de esta unidad de prueba mediante software Calman, se realizó en nuestra instalación fija de Home Theater con una pantalla de 160” de diagonal (algo más de 3.5 metros de base) con control absoluto de luz y acondicionada con techo y paredes de tono oscuro, que permitieron a este Optoma brillar -nunca mejor dicho- a gran altura consiguiendo una luminosidad máxima superior a 100 Nits (31.12 Foot Lamberts, Imagen 1).

 

Imagen 1

 

Una vez calibrado, esa cifra se reduce considerablemente, pero la precisión del color que se obtiene con imágenes en alta definición y rango dinámico estándar, tanto en la escala de grises como en el ajuste de primarios y secundarios, compensa globalmente el descenso de luz, al ser capaz de ofrecer en pantalla una imagen de viveza y fidelidad cromática realmente destacable.

Las capturas de pantalla adjuntas muestran las posibilidades de la máquina, que obtiene un sobresaliente en el ajuste de la temperatura de color en imágenes HD, con una desviación delta E media inferior a 2 en toda la escala con patrones entre 10 y 100 IRE y una temperatura media que roza los 6500ºK (Imagen 2).

 

 

Imagen 2

 

A la hora de alcanzar el Gamut de color de las imágenes HD en formato de referencia Rec. 709 también obtiene una alta calificación, consiguiendo alcanzar, tras la calibración, el 93.3% de dicho espacio de color, con una ligera dificultad para llegar al nivel Rojo y Azul de referencia, mientras se sitúa perfectamente sobre el punto correcto del Verde primario (Imagen 3).

 

 

Imagen 3

 

Aunque en esta máquina no debemos tomarlo como un dato relevante, hay un único apartado en el que el fabricante hace una ligera concesión al mundo profesional, favoreciendo la luminosidad en detrimento de la precisión cromática. Al reproducir contenidos grabados en el espacio de color DCI-P3 (principalmente películas en UHD), el dato se establece en una cobertura del 71.2% del Gamut de referencia, pero hasta eso hace bien el fabricante taiwanés. Optoma es honesta y alcanza lo que anuncia en su catálogo de producto, que establece en una cifra de alrededor del 75% del Gamut DCI-P3, reservando para esos menesteres a otros proyectores de su catálogo con una orientación decidida al Cine en Casa como el hermano de nuestro ZK507-W, bautizado como UHZ65LV (Imagen 4).

 

Imagen 4

 

 

Conclusión

Este Optoma ZK507-W representa un auténtico todo terreno de la videoproyección. Es capaz de servir para diversos propósitos y en todos ellos va a ofrecer una calidad de imagen de gran altura y amplias posibilidades de utilización que servirán para satisfacer a sus afortunados poseedores. Todo ello con un precio realmente contenido, lo que, en el panorama actual que estamos atravesando por culpa de la maldita pandemia, le añade una virtud más a las anteriormente citadas. Como creo en lo que escribo y para muestra de lo convencido que me ha dejado esta máquina, acabo de ayudar a un buen amigo a completar su instalación de Home Theater y el proyector escogido, gracias a su excelente relación calidad-prestaciones-precio, ha sido precisamente este.

 

Por Javier Guerra

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