Museo del Prado, una institución bicentenaria en constante adaptación

Museo del Prado, una institución bicentenaria en constante adaptación

El copyright de las fotografías que ilustran este artículo pertenece al Museo del Prado

Desde su apertura al público el 19 de noviembre de 1819 con 311 pinturas de la Colección Real, el Museo Nacional del Prado se ha mostrado como un espacio vivo. Manteniendo sus señas identitarias, y su misión de conservar, exponer y enriquecer sus colecciones, ha sabido adaptarse al signo de los tiempos, potenciando especialmente su alcance digital y realizando intervenciones para mejorar la experiencia de la visita.

Todos conocemos la institución, ¿pero qué hay detrás de su estrategia tecnológica? ¿De qué manera contribuye a optimizar la pinacoteca? ¿Cuáles son los siguientes pasos que dará el mítico enclave del corazón de la capital estatal? Conversamos con una amplia selección de responsables del Museo para que nos trasladen las claves que definen su presente y futuro.

 

Con la colaboración de:

  • Javier Pantoja, Jefe de Área de Desarrollo Digital del Museo Nacional del Prado
  • Noelia Ibáñez, Jefa de Área de Atención al Visitante del Museo Nacional del Prado
  • Celia Guilarte, Jefa de Relaciones Institucionales y Patrocinio del Museo Nacional del Prado
  • Pedro González, Jefe de Servicio de Seguridad del Museo Nacional del Prado
  • Eva Cardedal, Jefa del Servicio de Instalaciones y Mantenimiento, Coordinación General de Infraestructuras y Equipamientos del Museo Nacional del Prado
  • Lucía Villarreal, Jefe del Servicio de Exposiciones Temporales del Museo Nacional del Prado
  • Carlos Jiménez Cuenca (CJC), Coordinador General de Infraestructuras y Equipamientos del Museo Nacional del Prado

Actualmente, ¿la tecnología es un elemento fundamental en la estrategia del Museo del Prado?

Javier Pantoja (JP): La tecnología, como  tal, ha sido parte consustancial de los museos y del propio arte desde sus inicios. Los antiguos griegos llamaban tékne al conjunto de destrezas o conocimientos necesarios para llevar a cabo un arte u oficio. De ahí que los conceptos arte y tecnología, al menos en la cultura occidental, estén intrínsecamente unidos. La mayoría de los grandes museos internacionales abrieron sus puertas en un contexto histórico muy concreto: el inicio de la era industrial. Los cambios que produjo la tecnificación de los procesos de producción implicaron también una revolución en cómo la sociedad del momento concebía su propio pasado y el museo. Como tal, era el reflejo material de esta concepción. Actualmente, estamos en un proceso de transformación digital y los museos no son ajenos a ella. En el caso del Museo del Prado, los diferentes Planes de actuación han contemplado la digitalización como programa específico y fundamental de su estrategia desde el año 2013. Esto, por supuesto, no implica que en los años anteriores no se desarrollaran trabajos o proyectos eminentemente digitales o tecnológicos. De hecho, el Museo del Prado lleva, por ejemplo, informatizando la documentación de sus colecciones desde los años 80 del pasado siglo.

¿De qué formas se integra la tecnología del Museo Nacional del Prado en la experiencia del visitante?

Noelia Ibáñez (NI):  El Museo Nacional del Prado cuenta con un Sistema de Gestión de Público (SGP) conformado por un conjunto de aplicaciones informáticas, transformadas en herramientas de trabajo, creadas y diseñadas para uso exclusivo del Museo, que aglutinan de forma compacta y ordenada el conjunto de la información necesaria para gestionar el público del Museo. El SGP está dividido en tres unidades de trabajo (unidad de trabajo de uso externo, unidad de trabajo de uso interno y unidad de trabajo de explotación), cada una de ellas compuesta por un conjunto de aplicaciones informáticas que permiten la adquisición de entrada, el control y seguimiento financiero, el control de acceso, la planificación de la oferta de plazas, aforos, la cuantificación estadística y la explotación analítica. El Museo, gracias al conocimiento aportado por el análisis de sus datos de visitantes previos, puede anticiparse a organizar los servicios necesarios para atender a sus visitantes cada día, mejorando sustancialmente la acogida y la estancia de los visitantes del Museo.

JP: La tecnología se integra en la experiencia de la visita de forma muy diversa en el Museo del Prado. El visitante puede consultar diferentes apps desarrolladas por el Museo con contenidos y desarrollos específicos sobre sus colecciones. La última lanzada ha sido una gran actualización de la Guía del Museo gracias al patrocinio de Samsung. Actualmente, está disponible un sistema de audioguía BYOD (desde el propio dispositivo móvil) para las exposiciones “Reencuentro” e “Invitadas” que permite adaptarnos a las circunstancias específicas de la pandemia. Por otro lado, el  website del Museo es una web semántica que con su buscador facetado sobre la colección ofrece búsquedas complejas no sólo por los términos usuales (autor, estilo, ubicación, etc.) sino también por personajes u objetos representados en las obras. El website recoge y pone a disposición del público toda la producción de contenidos del Museo del Prado: redes sociales, vídeos, audios, actividades online, etc.

A pesar de estar presente en otras áreas, ¿la tecnología podría potenciar la experiencia de visionado de un cuadro? Pienso en alternativas como pantallas transparentes que aporten información expandida a cierta distancia o sistemas de realidad aumentada a través de dispositivos móviles.

JP: Hemos realizado varios proyectos en este sentido. En la Sala 39, por ejemplo, con motivo de la exposición “El Gabinete de Descanso de sus Majestades”, llevamos a cabo varias propuestas. Por un lado, una experiencia gamificada en 360 donde se recreaba la decoración de la sala y la ubicación de las obras a lo largo de la historia del Museo. También, a través de la aplicación Second Canvas, ofrecíamos detalles a gran resolución de la obra La familia de Felipe V de Louis Michel van Loo que era parte de la exposición. Estos detalles eran comentados desde la propia aplicación y se podían consultar con tabletas ubicadas en la propia sala.

NI: Este tipo de integraciones han de hacerse en perfecta armonía con la experiencia única que supone la contemplación in situ de la obra de arte. El proceso de avanzar en la integración de estas tecnologías debe realizarse en convivencia con la visita tradicional y única, que es la experiencia directa con  la obra de arte.

¿El Museo del Prado cuenta con algún partner tecnológico?

Celia Guilarte (CG): Samsung es Protector tecnológico del Museo Nacional del Prado, lo que reporta a la institución importantes beneficios a la hora de disponer de infraestructura y desarrollos que tienen como objetivo la mejor difusión de sus colecciones y el acercamiento de la cultura a la sociedad mediante el fomento de la experiencia digital. Entre los últimos proyectos compartidos, destaca el diseño de una nueva App del Museo, así como la incorporación de interactivos dedicados al Tesoro del Delfín o de pantallas que permiten, por  ejemplo, admirar los detalles ampliados de las obras del Bosco en su nueva instalación museográfica.

Telefónica, por su parte, es Benefactor y socio integral de la transformación digital del Museo del Prado, lo que se traduce en un apoyo al desarrollo de su reputada página web -con hitos como la reciente aplicación de la Inteligencia Artificial para una mayor contextualización de las colecciones del Museo-, además de los cursos online masivos y gratuitos (MOOC) dedicados a Velázquez y el Bosco, que cosechan exitosas cifras de participación en cada edición.

En la actualidad, la empresa trabaja en la puesta en marcha de un ambicioso proyecto denominado “Puerta Digital”, incluido en el marco de la política de Desarrollo de Públicos del Museo del Prado.

Encontramos diversos elementos de señalización digital en vuestras instalaciones. Vuestras taquillas son un buen ejemplo de integración. ¿En qué lugares están integrados? ¿Habéis valorado la opción de incluir elementos interactivos en este ámbito?

NI: El Museo dispone de nueve taquillas. En ellas, se trabaja desde las tres unidades que conforman el del Sistema de Gestión de Público. Como elemento interactivo integrado destacaría la implantación del concepto “pase horario”, que supuso uno de los grandes hitos en materia de gestión de público. El Museo lo estableció por vez primera durante la exposición monográfica que dedicó a Joaquín Sorolla en el año 2009 y, desde entonces, lo ha implementado en reiteradas ocasiones. Este concepto establece el acceso a una exposición temporal a través de una hora asignada, con lo que se contribuye a la ordenación del público con antelación. Técnicamente se implementó dentro del Sistema de taquilla. Se construyeron nuevos aforos particulares y se instalaron pantallas en taquilla para que el público supiera la disponibilidad de pases a la venta en el momento de adquirir su entrada. Estas integraciones han supuesto una mejora considerable en el mejor tratamiento ofrecido a los visitantes del Museo, evitando esperas y contribuyendo a una mejora en los accesos.

Junto a estas pantallas, el Museo ha comenzado una apuesta importante: la sustitución del soporte gráfico por pantallas que aporten visibilidad y sirvan de elementos de señalización e información al visitante. En estos soportes se ofrecen informaciones relativas a condiciones de acceso, accesos determinados por puertas, actividades, servicios y recursos para la visita.

¿Qué hay del ámbito sonoro? ¿Qué sistema usáis para gestionar vuestro sistema de megafonía de avisos? ¿Cómo se solventa el reto de estar integrado en un edificio histórico?

Pedro González (PG): Existe un sistema de megafonía en el Edificio de Los Jerónimos, con mensaje de desalojo para el público visitante una vez finalizada la visita y llegado el horario de cierre del Museo al público. Ese mismo sistema puede ser igualmente activado desde la consola de seguridad para dar el tipo de mensaje que sea necesario en cada caso. En el Edificio de Villanueva, existen timbres de desalojo de público. Además, las salas que han sido remodeladas  recientemente, han sido equipadas con sistemas de pre-instalación de megafonía para que, en un futuro, puedan ser incorporados. El reto de instalar un sistema de megafonía en un edificio histórico se solventa difícilmente, siendo necesario e imprescindible llevarlo a cabo cuando las salas por cualquier motivo son rehabilitadas, aprovechando la remodelación de las mismas para poder instalar los elementos necesarios para el sistema de megafonía.

La iluminación es un elemento fundamental en cualquier pinacoteca. ¿Habéis optado por una transformación a la tecnología led?

Eva Cardedal (EC): El Museo Nacional del Prado se encontraba iluminado con proyectores de lámparas halógenas, las cuales, dada su baja eficiencia, se han dejado de fabricar por normativa europea (“REGLAMENTO (UE) 2015/1428 DE LA COMISIÓN de 25 de agosto de 2015”). Dentro de su constante proceso de modernización, el Museo ha impulsado una línea de trabajo cuya finalidad es desarrollar una política de ahorro de energía, gestión medioambiental y de sostenibilidad, englobándose dentro de este marco el proyecto Lighting The Prado, financiado gracias a la colaboración de la Fundación Iberdrola, y desarrollado en dos fases, la primera ejecutada desde el año 2012 al 2015, y la segunda fase realizándose desde el año 2019 hasta la actualidad.

El objetivo no solo es conseguir los fines anteriormente citados, sino también garantizar una mejor presentación de la colección permanente y de las exposiciones temporales mediante un renovado sistema de iluminación con tecnología led que permite dar respuesta a las diferentes necesidades de iluminación condicionadas por la arquitectura de los espacios expositivos y la tipología de obras artísticas a iluminar.

Sala de "El Jardín de las Delicias". Copyright: Museo del Prado

Sala de «El Jardín de las Delicias». Copyright: Museo del Prado

¿Os beneficiáis de la tecnología de IA y/o Big Data para gestionar el control de aforos y/o anticiparse a los comportamientos de los usuarios?

NI: Por supuesto que nos beneficia. Es absolutamente prioritario para el buen funcionamiento de una organización como el Museo del Prado, que recibe más de tres millones de visitantes al año con una media diaria de visitantes en torno a los 8.600 visitantes.

En la unidad de trabajo de explotación dentro del Sistema de Gestión de Público se desarrollan todas las aplicaciones informáticas de explotación y análisis de la información del visitante. El sistema facilita información de los movimientos del público, conocimiento que, tras su análisis, hace posible la organización anticipada de las medidas necesarias en función de las necesidades que se prevean. Estos usos nos han permitido trabajar con nuevas metodologías más cercanas, rápidas y efectivas. Gracias a estas implementaciones, el Museo es capaz de tener ordenada su minería de datos para poder trabajar con previsiones. Toda esta minería de datos ha ido construyendo el big data del Museo y dando paso a la inteligencia de negocio (bussinnes intelligence), donde las aplicaciones, la infraestructura y las herramientas permitan un mejor acceso y análisis de la información.

Uno de los procedimientos automáticos que se ha desarrollado ha sido la asociación a cada tipo de entrada de un aforo de disponibilidad de plazas. Para este procedimiento, se trabaja con una herramienta denominada “Sistema de Visualización de Aforos”. Este sistema sirve para gestionar los cupos de acceso configurados a cada tipo de entrada y permite la visualización de todos los aforos en función de la necesidad. Aforos por tipo de visitante, aforo parcial, aforo total, la disponibilidad total y parcial por tipo de visitante, búsquedas libres entre fechas, por días, semanas y mes, almacenamiento de históricos y conversión a diferentes formatos digitales.

Habéis desarrollado muchísimas experiencias interactivas: desde guías móviles a visualizadores de salas con realidad virtual. ¿Contáis con un equipo de I+D especialmente dedicado a este tipo de iniciativas? ¿Cuáles son vuestros últimos proyectos más innovadores?

JP: El Área de Desarrollo Digital del Museo del Prado es el departamento encargado de coordinar la transformación digital de la institución así como de llevar a cabo proyectos punteros en lo digital. Como proyectos más innovadores desde este punto de vista, hemos desarrollado la “Lectura Aumentada” de la colección del Museo en el website. La nueva herramienta ofrece, por un lado, una lectura aumentada de los textos explicativos de 5.500 fichas de obra en su versión en español y casi 2.700 en su versión en inglés. Esta lectura aumentada se ha realizado a través de un motor de Comprensión del Lenguaje Natural (NLU) que permite reconocer las entidades y desambiguarlas de los textos. Esta Inteligencia Artificial permite extraer los principales conceptos y temas tratados en el texto explicativo de cada obra. El motor utilizado incluye una base de conocimiento basado en Wikipedia y, en este caso, en la información contenida en el propio website del Museo, ya estructurada previamente en su Grafo de Conocimiento, que le sirve como entrenamiento para reforzar su acierto.

También hemos realizado la “Línea del tiempo” multicapa que encuadra y expande las colecciones del Museo. La “Línea del tiempo” se ha enriquecido con el Grafo de conocimiento del Prado y con información estructurada de otras fuentes de la web, en concreto de Wikidata y Wikipedia, con el objetivo de dotar de contexto las obras y autores del Prado desde el siglo XII al XIX. Este contexto incluye los hechos históricos, monarcas, gobernantes y políticos destacados, así como la producción artística, científica y filosófica de dicho período. El configurador de la “Línea del tiempo” permite al usuario seleccionar hasta 5 capas distintas, siendo una de ellas siempre la del Prado; y decidir qué tipos de entidades desea mostrar en cada una de ellas: obras, gobernantes, conflictos militares, literatos, arquitectos, filósofos, etc. También, puede variar el orden de las capas teniendo siempre la capa Museo del Prado como base y referente. El número total de entidades que contiene la Línea del tiempo asciende a 50.000, lo que ofrece un contexto lo suficiente amplio a la colección y los artistas del Prado.

La  “Línea del tiempo” es un caso de aplicación de las directrices de la Linked Open Data Web o Web de datos enlazados. El Grafo de Conocimiento del Prado responde a un conjunto de ontologías y vocabularios hibridados construidos de acuerdo con los estándares de la Web Semántica.

¿Cómo os ha ayudado la tecnología a gestionar vuestro a día a día en tiempos de la Covid-19?

JP: Principalmente, la tecnología digital ha permitido que el Museo siguiera, en cierta manera, abierto para nuestro público en los meses que tuvo que permanecer cerrado. Bajo la iniciativa #Pradocontigo, se desplegó un programa de acciones online  para garantizar el acceso al conocimiento sobre sus obras y artistas, que ha permitido que el Prado se muestre más accesible que nunca en la distancia estimulando una interacción ascendente de seguidores a nivel global, tanto a través del website como de las redes sociales en los meses de confinamiento.

A nivel interno, como en tantas empresas e instituciones, la implementación del trabajo en línea se va afianzando dentro del Museo; así como la adaptación optimización de muchos procedimientos a lo estrictamente digital. En vuestras exposiciones temporales, en ocasiones, encontramos una variedad de recursos distinta, con iluminaciones más dirigidas o diferentes soluciones técnicas. ¿El Museo del Prado cuenta con estos elementos técnicos en almacén para emplearlos en estos montajes? ¿Recurre al alquiler? ¿Cuenta con compañías externas?

Lucía Villarreal (LV) y EC: Para iluminar las exposiciones temporales se utiliza como recurso principal el sistema de iluminación del propio Museo. Partiendo de los carriles trifásicos instalados en los techos de las salas, se pueden utilizar tres tipos de proyectores LED regulables con diferentes ópticas y potencias, para los cuales se dispone de diferentes accesorios que proporcionan la versatilidad necesaria para llevar a cabo la iluminación, tanto ambiental como de cada obra. Para realizar este proceso, se tiene en cuenta la arquitectura de las diferentes salas, la instalación implementada y los diferentes formatos de las obras a iluminar. Además, se utilizan sistemas complementarios de iluminación, que se solicitan en régimen de alquiler como parte de los contratos de producción de los montajes. Estos sistemas complementarios se utilizan en vitrinas y en otros elementos museográficos que deben incorporar iluminación propia, así como en los casos en que se requieren proyectores distintos a los disponibles en el Museo.

La transformación digital en vuestras actividades diarias es bastante evidente. ¿Y a nivel global? ¿En qué punto se encuentra la transformación digital del Museo del Prado?

JP: Se entiende la transformación digital como la aplicación de tecnologías digitales para mejorar una organización. Este progreso ha de repercutir no solo en el propio Museo, sino también en sus diversos públicos. Como comentaba al inicio, los Museos nacieron modernos y tecnológicos; sin embargo, la digitalización le enfrenta a un nuevo reto en circunstancias muy cambiantes como las que vivimos. El Museo del Prado hace una apuesta clara por la digitalización tanto en la difusión de su actividad y colecciones como en la investigación, estudio y acceso a las mismas, pero también vehicula y hace partícipe a sus públicos del mismo cambio. No es un proceso unidireccional y cerrado, sino un constante ciclo de perfeccionamiento y cambio.

El 5G, y sus consecuentes aplicaciones  relacionadas con el Internet de las Cosas, permitirán ofrecer nuevas posibilidades a espacios como museos. ¿Habéis estudiado este terreno?

JP: Estamos aún en fase de conocimiento y valoración de las posibilidades que la tecnología 5G puede ofrecer. Nuestro interés no está tanto en la adopción de una tecnología, sino en ver qué puede aportar ésta para llevar a cabo nuestros objetivos y fines.

Por último, hay una ambiciosa reestructuración en camino. ¿La tecnología tendrá un papel relevante? ¿A día de hoy se saben más detalles de esta renovación más allá de la perspectiva puramente arquitectónica?

Carlos Jiménez Cuenca (CJC): Uno de los retos en los que está trabajando el Museo es en su futura ampliación con la incorporación al Campus del edificio del Salón de Reinos, perteneciente al antiguo Palacio Real del Buen Retiro. Tras una fase de estudios previos sobre el inmueble y la elaboración de un Master Plan para la puesta en marcha del proceso global de la ampliación, se celebró un concurso internacional para la selección de la mejor propuesta de rehabilitación y adecuación museística, recayendo en la presentada por el equipo formado por Norman Foster y Carlos Rubio.

En el desarrollo del Proyecto, uno de los objetivos ha sido compatibilizar la conservación del inmueble histórico con la incorporación de tecnología actual, singularmente en materia de eficiencia energética, así como en el resto de campos aplicables al nuevo uso museístico. El hecho de tratarse de un edificio existente, y además protegido como bien de interés cultural, conlleva una serie de limitaciones que no se dan en el caso de edificios de nueva planta, en los que se puede conjugar dicha incorporación con mucha mayor facilidad. El equipo redactor y el Museo han trabajado en alcanzar esta combinación sin afectar a la conservación del Salón. Así, por ejemplo, para el acondicionamiento higrotérmico se ha propuesto la combinación de diversos sistemas de elevada eficiencia energética que, unidos a la gran inercia térmica de los cerramientos del edificio histórico, proporcionan altas cotas de sostenibilidad. La climatización mediante  bombas de calor y enfriadoras se combina con instalaciones de suelo radiante frío/calor y con sistemas de generación por geotermia del subsuelo, así como por energía solar fotovoltaica en la cubierta, todo ello encaminado en esa dirección de eficiencia y sostenibilidad.

La iluminación se ha previsto con luminarias de tecnología led con un sistema de gestión de alumbrado que permitirá el control centralizado de encendidos en determinadas zonas, con el uso de detectores de presencia en otras, de modo que el consumo sea el más eficiente posible. Desde la central de monitoreo se podrán supervisar y controlar todos los ciclos de pruebas y funciones, conocer el estado del sistema y de las luminarias, el estado de cada circuito, etc. Asimismo, se implantará un sistema de control de accesos e intrusión con gestión integrada de CCTV, control de visitas e interfonía, además de los sistemas de protección contra incendios y los requeridos por el nuevo uso museístico.

EL COPYRIGHT DE LAS FOTOGRAFÍAS DEL ARTÍCULO PERTENECE AL MUSEO DEL PRADO

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