The Sensory Lab y Tommy Mel’s: Construyendo la Jukebox del futuro

Logotipos de The Sensory Lab y Tommy Mels

Es curioso comprobar cómo la cadena de restauración americana que nos ofrecía un “regreso al futuro” mediante la recreación de los clásicos dinner americanos de los años 50 ha decidido emprender una completa renovación de su imagen corporativa que nos lleva, definitivamente, a nuestros días. Aun así, la cadena ha decidido mantenerse fiel a varias de las señalas de identidad que propulsaron su ascenso en el siempre competitivo mundo de la restauración: desde su oferta gastronómica, con un apuesta clara por la gastronomía americana, hasta uno de sus elementos más diferenciadores: sus jukebox, unos sistemas en conversación con la PA del restaurante con los que puedes decidir qué canción disfruta el resto de comensales que te acompañan en tu cena.

El grupo Beer & Food, consciente de la necesidad de renovación del sistema, decidió ponerse en contacto con la integradora The Sensory Lab para rediseñar este fundamental elemento interactivo.

El restaurante que ha servido como modelo de la renovación, la cual será extendida a todos los establecimientos del grupo a lo largo de 2019, ha sido el ubicado en el centro comercial Herón City de Las Rozas. Sus 400 metros cuadrados han recibido una estática actual, con grafitis y neones, así como el proyecto de la integradora, centrado en el ámbito del digital signage.

La jukebox digital se construye por vía de tres pantallas de 43 pulgadas colocadas en columna y montadas sobre un único marco metálico fabricado a medida, favoreciendo así la integración estética con el espacio en el que se ubica. Si bien las dos primeras pantallas ofrecen vídeo con vídeos corporativos, la inferior cuenta con un marco multitáctil y permite que el cliente seleccione entre 51 canciones que se renuevan mensualmente.

Al realizar su petición, el usuario podrá ver la hora y minuto en la que la canción sonará, habiendo sido incluida en la playlist del establecimiento. Del mismo modo, incluye funcionalidades interesantes, como que una canción que ya está en la lista de espera no pueda volver a ser añadida hasta que se reproduzca de nuevo o que, si no hay temas seleccionados, la programación musical funcione de manera autónoma.

Interior del restaurante Tommy Mels de Las Rozas

Ricardo Guzmán de The Sensory Lab señala que esta solución fue la resultante tras un importante estudio entre diferentes opciones que se ofrecieron a su cliente. De hecho, previamente se presentaron tres alternativas: la primera era un tótem de doble pantalla de 43” cada una, siendo una de ellas táctiles y otra destinada a la cartelería digital. La segunda de las propuestas implicaba un tótem con un monitor vertical táctil de 55” para que los clientes interactuaran completamente con ellos. Por último, se planteó un videowall anamórfico que contemplaba una superficie táctil de 43”y cuatro monitores que mostrarían contenido en formación irregular.

En cualquiera de estos casos, y así ha sucedido con la opción final, se ha optado por pantallas Full HD con una luminosidad mínima de 450 Cd/m. Se eligieron monitores profesionales de Digital Signage con un gestor de contenidos multimedia integrado, aunque también se barajaron otros equipos en las que se podía haber instalado un mini pc externo.

Una parte de especial relevancia de este proyecto es el software que controla la jukebox. Desarrollado por los propios The Sensory Lab, es uno más de los servicios que ofrecen junto a otros tan llamativos como marketing olfativo o sixth sense, metodología que implica la monitorización de los clientes de las determinadas empresas. Junto a estas divisiones, la compañía destaca sus labores de instalaciones audiovisuales, cartelería digital e hilo musicales, entre otras disciplinas.

Ricardo nos comenta que la gramola funciona sobre una página web que se encuentra optimizada mediante la utilización de websockets, lo cual permite minimizar el consumo de comunicaciones y agilizar la gestión de la misma. Las peticiones realizadas a través de este servicio digital se comunican a su plataforma de desarrollo propio RMX en la nube. A su vez, la información es transmitida a su reproductor dedicado RM8, encargado de gestionar la lista de reproducción.
RMX se adapta a las capacidades táctiles de la pantalla de 43 pulgadas, pero puede ser adaptada para cualquier otro dispositivo interactivo que pueda soportar un navegador web. La susodicha plataforma permite la actualización del contenido visual de las canciones elegidas, así como la monitorización de los dispositivos asociados, favoreciendo una gestión integral de toda la instalación audiovisual.

Por ahora habíamos hablado del sistema que movía esta particular gramola así como el soporte visual que la sostiene pero… ¿y la integración de esta solución con los sistemas de megafonía de los distintos restaurantes de la franquicia Tommy Mel’s? Desde The Sensory Lab nos señalan que ellos se encargan de la comunicación del sistema con la megafonía en cada uno de los casos pero que, en el caso de que fuera necesario, también podrían realizar una solución personalizada a cada recinto con sus correspondientes equipos de sonido. En este caso, se ha implementado a los sistemas de sonorización ya existentes por medio de RM8 y RMX.

Finalmente, más allá de desarrollar e implementar la tecnología de la jukebox, el equipo digital de The Sensory Lab ha creado los vídeos corporativos en los que se refleja el nuevo discurso de la compañía.

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