Onionlab: el arte de sincronizar haces de luz. Videomapping sobre el Palacio de Cibeles

Onionlab es una empresa con experiencia en explorar las posibilidades de llevar un contenido espectacular a través de la luz. Sus diseños han viajado alrededor del mundo. Desde China, Dubái, los Estados Unidos de América y, muy recientemente, la capital de España, los haces de luz, tanto de videoproyectores como de luminarias, han conseguido emocionar al gran público con espectáculos de luces en sincronía con la música y videomapping espectacular sobre edificios emblemáticos.
Hemos entrevistado a Jordi Pont, codirector de la pieza y, junto a Aleix Fernández, director de Onionlab. Aquí está su opinión sobre el presente y futuro del videomapping, así como los detalles de su último gran proyecto sobre la fachada del Palacio de Cibeles.
Para nuestros lectores, ¿qué es y cómo nace OnionLab?
Onionlab nace en 2006 con la intención de especializarse en proyección mapping, VR y contenidos audiovisuales para festivales, exposiciones y música. Nuestra compañía crea espectáculos audiovisuales y experiencias interactivas para empresas que desean relacionarse con la tecnología, el diseño y el arte.
A lo largo de su historia, ¿con qué retos tecnológicos os habéis encontrado?
La mayoría de nuestros trabajos son muy específicos y casi todos están hechos ad hoc para cada proyecto. Desde conseguir que unos brazos robóticos se muevan como queremos, hasta animar todo tipo de luces y láseres, pasando por controlar bombas de agua de una fuente monumental o coger datos de internet en tiempo real y convertirlo en figuras geométricas, todos suponen un gran reto.
¿Cómo desarrolláis vuestras propias soluciones de software?
Depende de cada proyecto. Generalmente, creamos software específico para una determinada aplicación o también añadimos pequeños plugins a programas ya existentes. Esta segunda característica nos permite aprovechar el potencial que ya tiene ese software y, además “costumizarlo”, para poder hacer exactamente lo que necesitamos.
Por esta razón nos encantan los programas modulares, los cuales tienen herramientas que permiten desarrollar todo tipo de proyectos. Un ejemplo de estas características es el Touch Designer: está hecho por cajas que ya tienen implementadas unas determinadas funciones. Solo tienes que ordenarlo para dar el resultado que quieres.
Al respecto del hardware, ¿en qué marcas y modelos concretos soléis confiar?
No estamos casados con ninguna marca determinada. En función también de la tipología de cada proyecto, nos gusta mirar la mejor opción atendiendo a especificaciones de la marca. En cuanto a proyección, Panasonic nos está dando muy buen resultado. Robe también nos da mucha confianza. Para sistemas de audio, d&b nos gusta mucho.
Además de los modelos que hay en el mercado, ¿habéis desarrollado prototipos de hardware o adaptaciones a los modelos para alguna de vuestras obras?
Hemos desarrollado un hardware que funciona como marco digital en el que poder visualizar obras de arte. Está pensado para reproducir piezas de arte en movimiento e instalarse en casas, museos, oficinas, etc. Cuando un posible comprador adquiere esta tecnología, esta ya incluye piezas artísticas de edición limitada.
Respecto a uno de vuestros últimos proyectos y uno de los más espectaculares, ¿qué dificultades entraña un trabajo como el del Palacio de Cibeles?
Todos los proyectos grandes, como el del Palacio Cibeles, implican mucho control ante situaciones que implican muchas variables. Si tu trabajo no se basa en alinear y organizar todos los recursos correctamente y te acabas dejando algún cabo suelto, todo el trabajo puede acabar en un mal resultado o, incluso, puede no llegar a ser realizable.
La principal dificultad de este evento en concreto giró alrededor de la gran cantidad de proyectores que se tenían que alinear y cuadrar para producir el mapping. Siempre es complicado aplicar el blending entre proyectores y así obtener el mejor resultado de visualización. También es complejo hacer el warping para que la imagen encaje perfectamente con los volúmenes del edificio.
En particular, una gran ventaja de la que hemos sacado verdadero provecho en el videomapping del Palacio de Cibeles ha sido el hecho de que hemos contado con proyectores de 50.000 lúmenes, en lugar de los de 30.000 lúmenes que usamos habitualmente. Nos ha dado ventaja en el sentido de aplicar el blending, pues hemos usado muchos menos proyectores que en otras ocasiones y, de ese modo, el proyecto se ha acelerado muchísimo.
¿Cómo habéis diseñado los motivos abstractos y figurativos del videomapping del Palacio de Cibeles?
El contenido del videomapping lo hemos desarrollado mediante distintos programas de software.
El 3D lo hemos compuesto y diseñado a través de Cinema 4D y con Maya, solo algunos de los recursos, pero también hemos utilizado el motor de renderizado RedShift, pues nos permite realizar los renders utilizando las GPU de nuestros ordenadores.
Las partes del proyecto en las que entraban en juego partículas fueron producidas con Notch, un programa que nos permite trabajar en tiempo real.
En el apartado de la posproducción hemos confiado en Adobe After Effects y en TouchDesigner, este último aplicado al renderizado de algunas de las transiciones sobre las que queríamos aplicar el efecto que deseábamos.
Este proceso que describimos, en realidad, es un proceso estándar. Lo que logramos al implicar a tan diferentes soluciones de software es aplicar y generar técnicas que queremos que aparezcan en el mapping.
¿Qué infraestructura de hardware ha estado implicada en el desarrollo de este proyecto?
El contenido del mapping de la Cibeles está gestionado con un media server que se encarga de dirigir el contenido entre los distintos proyectores para que cada uno reproduzca la parte que le toca. Dispusimos la estructura de la proyección sobre seis proyectores Panasonic PT-RQ50 con tecnología láser de tres chips de 50.000 lúmenes y dos proyectores Panasonic PT-RZ21K también con tecnología láser de tres chips DLP de 21.000 lúmenes cada uno.
Queremos resaltar también Dataton Watchout, solución en la que confiamos en este evento y en la que solemos confiar. Las razones son que es simple, rápido, estándar e incluye todo lo que necesitamos en un videomapping.
Aparte del videomapping del Palacio de Cibeles en Madrid, ¿cuáles han sido vuestros últimos proyectos? ¿Qué retos os habéis encontrado?
Hemos desarrollado todo el diseño expositivo del pabellón de España de la Expo de Dubái. Ha resultado ser un proyecto muy largo en el que ha trabajado mucha gente de nuestro estudio. En esta clase de desarrollos, los que implican un gran despliegue humano a lo largo de un periodo extenso, requieren una gran planificación y mucho orden. Lo cierto es que hemos necesitado de las labores profesionales de un gran equipo de producción que ha conocido lo que estaba pasando en cada momento y que ha controlado cada una de las fases del plan.
La parte de la instalación es la que ha entrañado el reto más complejo. La razón principal de esta complejidad ha sido que ha habido muchas empresas implicadas. Es muy importante tener una línea de tiempo en la que se planifique quién tiene que hacer cada cosa y cuando lo tiene que hacer. La instalación es en el extranjero y las entregas no se pueden retrasar. Si eso ocurre, todos los planes sucesivos se pueden llegar a ver gravemente afectados. Y esto genera unos gastos imprevistos que pueden llegar a provocar muchos problemas para todas las empresas que participan en el proyecto.
Contemplando toda vuestra carrera, ¿qué proyectos os hacen sentir más orgullosos atendiendo tanto a razones creativas como tecnológicas?
Dedicamos todas nuestras fuerzas a todos los proyectos que hacemos. No lo hacemos solo para que salgan adelante, lo hacemos para asegurarnos de que sean un éxito. Esto hace que para todos los trabajos que hemos realizado tengamos razones por las que sentirnos orgullosos. Así que es realmente difícil contestar esta pregunta.
Al final, lo cierto es que los desarrollos que más esfuerzos conllevan son los que nos hacen sentir más satisfechos cuando los llevamos a buen puerto. El que realizamos para el pabellón de España en la Expo de Yeosu 2012 siempre estará en nuestros corazones por los resultados finales obtenidos y por todos los obstáculos que tuvimos que sobrepasar para finalizarlo.
Creativamente, todas las exposiciones y recorridos expositivos que hemos creado han resultado ser un reto creativo muy grande. Se trata de explicar ideas muy complejas de la manera más amena y entendible posible y, al mismo tiempo, sin que sea muy extensa.
También es importante crear distintos niveles de integración y así abordar a los espectadores por distintos cauces. Si un visitante dedica poco tiempo a cada pieza expositiva difícilmente entenderá todo lo que se quiere explicar. Las distintas capas audiovisuales ayudan a cumplir esa función, pero también ayudan a que los más interesados vean satisfecha su curiosidad al exponerse a recursos que profundizan más en las piezas expositivas. Esto supone un reto creativo muy grande.
¿Cómo realizasteis un proyecto como Lumin AV, donde tanto el vídeo, como la proyección y la música estaban perfectamente coreografiados?
LuminAV fue la culminación de un sistema que ya aplicamos en otro proyecto –el del Panteón de Roma- en el que sincronizábamos las luces reales, barras de LED, láseres y la proyección. Aseguro que fue la culminación porque al final fue la prueba de fuego de un sistema que y queríamos comprobar si era capaz de sincronizar al frame toda la animación.
Este sistema es un script de Python que hemos añadido en Cinema4D para controlar las luces DMX desde el mismo programa de 3D con el que creamos todo el contenido. De esta manera, las luces virtuales que aparecen renderizadas en el mapping pueden mover las luces reales que ponemos en la instalación. Se trata de una solución dos en uno que nos sirve para controlar luces reales y, a su vez, para previsualizarlas sin tener el aparato físico delante. Todo funciona en modo WYSIWYG o what you see is what you get.
Fuera del ámbito del mapeo, ¿en qué otras áreas tecnológicas habéis desarrollado instalaciones audiovisuales?
Hoy en día, cualquier proyección que no sea realizada en una pantalla puede denominarse como mapeo o mapeada. Hacemos muchas salas inmersivas en las que todas las paredes de una sala son proyectadas, creando así un espacio de color que puede simular movimiento en todas partes.
También trabajamos en suelos interactivos en los que la proyección reacciona y en los que cambia con el movimiento de las personas que están pasando por las zonas de interacción.
Hemos trabajado en espectáculos musicales con orquestas filarmónicas en directo sobre las que se ha desarrollado una coreografía luminiscente en la que han entrado en juego una gran cantidad de luminarias.
Destacaría también instalaciones como esculturas de láseres que reaccionan y generan música en tiempo real según datos de la ciudad en la que se representa. Estos datos se obtienen a través de big data basado en informaciones como la movilidad de la ciudad, la calidad del aire, el consumo energético o la contaminación acústica.
¿Qué proyectos de realidad extendida habéis desarrollado?
Lo cierto es que no hemos desarrollado muchos proyectos de realidad extendida. Es una tecnología cara y la mayoría de las ocasiones el cliente no lo puede pagar.
Para mostrar las capacidades, durante la pandemia emitimos en streaming piezas de realidad extendida creando contenido tanto con Notch como con Unreal Engine y siempre reproduciendo el contenido con el media server Disguise.
También destacaría contenido en XR para videoclips de grupos musicales. No podemos mostrar nada porque son proyectos que aún no han salido a la luz.
¿Cuál consideráis que será el futuro de la proyección y del videomapping?
Recientemente hemos realizado mapping interactivo. En las navidades de 2021, cuando por las restricciones de la pandemia no se podían hacer eventos multitudinarios, hicimos un mapping sin principio ni fin, en el que a través de una web app podías crear diseños y enviarlos directamente al mapping, para que se pudieran ver al momento. Fue un gran reto tecnológico, pero funcionó muy bien.
El videomapping sigue creciendo y se ha convertido en un básico para todo tipo de eventos: mapping en edificios, creación de un videoclip, maquetas, salas expositivas, eventos, retail en productos como coches o zapatillas, etc.
Pienso que el futuro del mapping está en la evolución de la misma técnica, pero conjugándola con otros modos de luz, ya sean luces móviles, LED o láseres y todo lo que pueda venir. Serán un añadido al videomapping para crear un conjunto espectacular.