La luz como protagonista. Iluminación en eventos.

Por Carlos Medina, experto y asesor en tecnología audiovisual

 

Un evento, según la Real Academia Española (RAE), es “un suceso importante y programado, de índole social, académica, artística o deportiva”. Todo el mundo quiere hacer eventos, quiere difundir eventos, quiere compartir eventos. Además, la mayoría tienen un componente audiovisual elevado a la hora de producirlo y difundirlo: sonido perfecto, iluminación espectacular, imágenes de calidad, proyecciones de gran formato, cámaras en directo, pantallas LED gigantes, streaming, etc.

La palabra “evento” (del latín “eventus” y en inglés “event”) está de moda haciendo suyo lo que otros términos ya plasmaban bajo diferente denominaciones, como por ejemplo: bolo, concierto, show, espectáculo, presentación, recital, festival, gala, función, fiesta, recepción, festejo, ceremonia, celebración, inauguración, aniversario, exhibición, convite, obra musical, obra teatral, acontecimiento, feria, acto, demostración, actuación, gira, videomapping, representación, reunión, convención, congreso, jornada, simposio, happening, mesa redonda, banquete… Algunas nos remiten a épocas algo ya caducas.

Según Successful Event Management: A Practical Handbook de Anton Shone y Bryn Parry (2010) un evento es “todo acontecimiento previamente organizado que reúne a un determinado número de personas en tiempo y lugar preestablecidos, que desarrollarán y compartirán una serie de actividades afines a un mismo objetivo para estímulo del comercio, la industria, el intercambio social y la cultura general”.

A partir de esta breve presentación de lo que puede ser un evento, nos sumergimos en los aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de iluminarlo. En primer lugar, partimos de una premisa fundamental: “cada evento tiene unas necesidades y objetivos diferentes por lo que hay que encontrar una solución única, adaptable y personalizada”.

Por tanto, el inicio a la hora de plantear la iluminación de un evento tiene que pasar por resolver varias cuestiones para alcanzar esa premisa:

1 Saber y reconocer el objetivo del evento y del cliente. Es decir, iluminar bajo las decisiones del organizador/promotor del evento atendiendo a los planteamientos básicos de lo que se quiere mostrar. Es conveniente hacer el esfuerzo en intentar identificar lo que está pensando o imaginando quien quiere el evento. En definitiva, poner el evento en el lugar que corresponde según el tipo deseado (recomendamos la lectura del artículo “El evento, la búsqueda de la experiencia única”, revista AV Integración Audiovisual, diciembre 2021). En este sentido, la iluminación se ha abierto a un abanico de posibilidades y retos, dado que tendremos que dar soluciones a eventos que puedan ser tanto presenciales u on line como híbridos.

2 Conocer el desarrollo del evento. Nos referimos al contenido tanto en su dimensión temporal como espacial. Es fundamental saber la duración, las partes del evento (escaleta), conocer todas las acciones, pasos y momentos, el acting y los movimientos de presentadores, cantantes, moderadores, grupo de baile, la colocación de elementos de escenografía, decorado y atrezzo, el guion o libreto. Por supuesto, es necesario determinar si es un evento con la participación del público o si hay conexión/grabación de cámaras de vídeo para mostrar el contenido vía streaming o en los distintos displays de visualización dentro del evento.

La experiencia, me lleva a ignorar la improvisación como método de trabajo y a producir bajo un buen planteamiento y planificación en términos de iluminación. Es necesario conocer el número de elementos a iluminar, el tamaño de cada uno de ellos y la posición en el espacio respecto al público o asistente al evento.

3 Coordinar la toma de decisiones. Todo evento implica trabajar con otros departamentos que participan en el evento como producción, agencia, arte, vestuario, maquillaje, dirección, manager, etc. El fin es ofrecer un evento profesional que cumpla con los tiempos de trabajo asignados, el presupuesto y los objetivos del cliente.

4 Hacer una correcta localización. Es decir, saber y estudiar el espacio físico donde se desarrolla el evento en aspectos como las dimensiones en lo relacionado al alto, ancho y fondo del espacio o escenario. Si es un interior o exterior; dónde está situado en referencia al movimiento del sol en caso de hacerse durante el día; analizar la situación de puertas y ventanas del local para observar posible contaminación lumínica, etc.

5 Elaborar una propuesta estética en iluminación. Esta documentación va a permitir dar forma a la iluminación bajo unas premisas artísticas, funcionales y narrativas, lo que permite pasar de un espacio oscuro y vacío a uno creativo, vivo y atrayente. Podemos hacer uso de referencias a través de vídeos, fotos o, incluso, generar una propuesta con un visualizador 3D que permita ver la atmosfera de la iluminación que vamos a proponer.

6 Confeccionar un proyecto técnico. Este proyecto refleja todas las necesidades de infraestructura, estructuras, las fuentes de luz y el equipamiento de iluminación, las conexiones eléctricas e incluso el equipo humano esencial. En este proyecto, presentamos documentos como la planta de decorado, el diagrama de bloques, planta de iluminación, la hoja mágica, y por supuesto, el plan de emergencia y riesgos laborales.

7 Montaje/Desmontaje de instalación. Desde levantar el escenario en un espacio vacío hasta adaptar las estructuras necesarias pasando por la llegada del material técnico, el chequeo e instalación de los distintos aparatos de iluminación atendiendo a necesidades eléctricas, de protocolos de control y de seguridad laboral particulares de cada evento.

8 Live o directo. Es el desarrollo del evento desde que se abren puertas hasta que se haya ido el público asistente. Tenemos en todo momento el control tanto de las luces de sala o de ambiente, como de la ejecución del diseño de luz del espectáculo atendiendo a los distintos momentos (pasos, bloques, canciones, set) que haya en el evento.

Estos ocho puntos son aplicables a cualquier tipo de evento, como también los aspectos que vamos a comentar a continuación de una forma general en relación a las fuentes de iluminación, aquellas que generan la luz:

Fuentes de luz según su procedencia u origen
Solamente hay dos: natural y artificial. En el primer caso, nos referimos a la luz que desprende la propia naturaleza sin intervención del hombre, destacando el sol, la bóveda celeste y la luna con sus variaciones a lo largo de las horas del día y la noche, el periodo estacional y el lugar geográfico donde vayamos a trabajar. Son así conocidos los términos luz día, luz noche, luz amanecer, luz atardecer.

Respecto a la luz artificial, es aquella generada por el hombre desde los inicios de las civilizaciones (desde la aparición del fuego hasta los más sofisticados LED pasando por la primera lámpara eléctrica de arco de carbón en 1801) que implican la conversión de alguna forma de energía en radiación electromagnética en forma de fotón o unidad de luz.

Y en base a la curva de distribución espectral del haz luminoso tenemos: luz continua, aquella con transiciones suaves, sin cortes entre las distintas longitudes de onda del espectro (por ejemplo, el sol o la luz de tungsteno); y luz discontinua, que se caracteriza por tener una curva espectral con regiones estrechas del espectro, con transiciones bruscas, como ejemplo: la luz de fluorescencia o las lámparas de descarga.

Estas distinciones previas según el origen de la luz (luz natural/artificial o luz continua/discontinua) provocan variaciones en aspectos como: el modo de comportamiento físico/químico de la luz que afecta a su velocidad; la representación de las longitudes de onda electromagnéticas; la temperatura de color (°K) —habiendo luz fría y luz cálida—; la reproducción cromática; el índice de rendimiento de color (CRI), el rendimiento y eficacia luminosa; y su comportamiento con los objetos y superficies cuando se propaga (reflexión, difracción, difusión, etc.).

Tipo de lámpara o luminaria
Una lámpara es un convertidor de energía cuya principal función es la generación de una radiación electromagnética visible, que conocemos como luz.

En el caso de la luz artificial, el listado es extenso pero vamos a presentar las más utilizadas en la generación de la luz:

– Por combustión: fuego, antorchas, velas.
– Por iluminantes eléctricos:
– Por termoradiación o incandescencia: arco eléctrico; lámparas de wolframio o tungsteno; lámparas PAR (Parabolic Alumined Reflector); lámparas halógenas.
– Por luminiscencia:
• Por fotoluminiscencia o descarga en gas: tubos fluorescentes; lámparas de vapor de mercurio; H.M.I. (con halógenos metálicos); Xenón; lámparas de vapor de sodio de baja o de alta presión.
• Por electroluminiscencia: tecnología LED (acrónimo del concepto inglés light-emitting diode).

– Especiales: luz ultravioleta, luz negra, luz de neón, luz láser (acrónimo inglés: Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation).

En la actualidad, en el ámbito de los eventos, la tecnología más utilizada es el LED dado sus beneficios como el bajo consumo, la baja tensión, la baja temperatura, una respuesta de funcionamiento más rápida, la falta de fallos por manipulación y vibraciones, tamaños y pesos más manejables y una mayor duración en su vida de uso.

También, vemos la utilización de luz láser en eventos más propios de fiestas, discotecas o festivales musicales.

 

 

 

Tipo de aparato o proyectores de iluminación
Nos estamos refiriendo al diseño de fabricación y construcción del equipo donde van las lámparas o luminarias. Lo que hemos llamado tradicionalmente, pero de una forma incorrecta, los focos.
Con el objeto de poner algo de orden por el gran número de aparatos de luz que existen, hacemos una clasificación en base a las prestaciones del proyector de luz:

– Aparatos convencionales: son aquellos que solo se les puede hacer variar un parámetro de la fuente de luz, concretamente el encendido/apagado (on/off). Por ejemplo, una bombilla incandescente o un tubo de fluorescencia.

– Aparatos móviles/robótica: son todos aquellos equipos capaces de ejecutar más de un parámetro/prestación. Es decir, a parte del encendido/apagado tienen la posibilidad de aplicarse distintos efectos como la regulación bajo dimmers, el movimiento del aparato en posición PAN o TILT, la generación de cambios de color y de formas de luz, la variación temporal del destello o aparición de la luz, entre otros.

Podemos hacer la siguiente subclasificación:
– Spot: son aparatos fijos con un nivel de respuesta de luz puntual.
– Wash: son aparatos fijos con un nivel de respuesta de luz abierta.
– Cabeza móvil spot: la cabeza del aparato tiene movimiento PAN y TILT con una luz puntual o concentrada.
– Cabeza móvil wash: la cabeza del aparato tiene movimiento PAN y TILT con una luz abierta o ambiental.
– Multibeam/Beam Effect: son aparatos de luz móvil más sofisticados, porque pueden incorporar más de una lámpara o fuente de luz con un control individualizado de cada una de ellas o permiten movimientos más sofisticados como giros completos.
– Scanner: es un tipo de aparato de iluminación muy concreto que dispone en un espejo que dirigir la luz.
– Tiras, tubos y barras LED.
– Paneles LED/Cegadoras.
– Láser.

A la hora de trabajar con estos aparatos en el sector de iluminación utilizamos la denominación fixture, que permite englobar a cada uno de ellos, por muy diferentes que sean.
El diseño de fabricación siempre ha venido provocado por las propias necesidades de iluminación que se han dado en los distintos sectores del audiovisual y el espectáculo: cine, televisión, teatro, fotografía conciertos, etc. Esto ha permitido tener equipos con un nivel de respuesta de la luz diferente: luz dura, luz suave, luz puntual, luz abierta, luz fría, luz cálida, etc.

 

Tipo de control del aparato de iluminación
En este caso, nos centramos en la operativa y el control del aparato. Tres posibilidades:

– Manual: el operador de luminotecnia tiene que manejar, configurar, dirigir y encender el proyector de iluminación en el mismo equipo, por lo que deben de estar cerca de él. Muy común en aparatos convencionales como un recorte, un cuarzo, un “bote”, un cañón de seguimiento, un panorama, etc.

– Auto: los proyectores de iluminación viene preconfigurados de fábrica con unos presets o parámetros básicos que son ejecutados de forma continua, independientemente de lo que suene o del criterio del responsable de iluminación.

– Remoto: en esta situación, hay un distanciamiento entre el operador de luminotecnia y el propio proyector/es. Sucede con la mayoría de aparatos móviles/robótica que son controlados gracias a que el equipo obedece a unos impulsos concretos:

– Señal infrarroja (IR): supone utilizar un mando a distancia desde donde indicamos los cambios en los parámetros del proyector/es de luz. Es decir velocidad del destello, intensidad, cambios de temperatura de color, etc.

– Sonido por impacto (Sound): es decir, las variaciones de la onda sonora que estén sonando (voz, ruidos, música) son recogidas por el micrófono interno que tiene el aparato de iluminación que activa la modificación, cambios o movimientos de él o de los parámetros del proyector de iluminación, como por ejemplo, el cambio de color.

– Señal de audio (Master/Slave): en este caso, la señal de audio es recibida bajo la conexión alámbrica de audio (cable y conector XLR3 o RCA) entre el micrófono, o la señal de salida OUT de la mesa de sonido, y el aparato de iluminación. A este equipo lo denominamos Master que será quien dará las ordenes al resto de equipos de iluminación interconectados que pasan a ser Slave.

– Protocolo de órdenes propias del ámbito de la iluminación: DMX512 (año 1986), ART-NET (año 1998) o ACN (Advanced Control Network, año 2013). Estos protocolos se han instaurado en el sector gracias al enorme control que se hace del aparato de iluminación.

Supone una configuración más compleja y la necesidad de trabajar con un puesto de control (consola/mesa o software de control de iluminación). La idea básica es que el aparato de iluminación obedezca las distintas órdenes que mandamos (de una forma alámbrica o inalámbrica) desde el puesto de control de iluminación.

Estas órdenes DMX habilitan la manipulación, operación y configuración de los parámetros de una forma individualizada del aparato o del conjunto de aparatos de iluminación a través de cue, memorias o grupos.

Un aparato de luz convencional puede trabajar de forma remota siempre y cuando esté conectado a una unidad de DMX externa. Esta unidad debe disponer de un regulador de intensidad, lo que nos permitirá variar el parámetro del encendido/apagado en distintos porcentajes o niveles del 0% al 100%.

 

Tipo de fijación del equipamiento de iluminación
Es fundamental entender que la iluminación de eventos es posible porque tenemos la posibilidad de colocar los aparatos de iluminación de múltiples maneras:
– en suelo: en una base o pie.
– en soportes: en un trípode.
– colgados: utilizando garras, ganchos y otros accesorios en estructuras truss, torres elevadoras, parrillas o sistemas de elevación.

En este punto, tenemos que reforzar la idea de la seguridad, tanto a la hora de la colocación de los aparatos de iluminación, como con el cableado utilizado con el fin de evitar accidentes o negligencias profesionales.

En el ámbito de la iluminación en eventos, la forma de las lámparas y el diseño de los aparatos utilizados son una variable fundamental a tener en cuenta para el control del haz (beam) de luz; así como la aplicación de filtraje a la luz relacionado con corrección y conversión de color o para mostrar distintos efectos de color, formas (gobos) o cambios de velocidad, movimiento y dirección.
Aunque parezcan muy diferentes, un macroconcierto, un festival de música, una sala de arte y ensayo e, incluso, un camión orquesta de verbenas todos tienen en común lo descrito en este artículo. Lo que les diferencia es el trabajo y las decisiones que se toman respecto a la iluminación, provocando que se pueda hablar de distintos diseños de luces, de estilos de iluminación e incluso de la creación de tendencias con la luz.

Este análisis y presentación de los aparatos de iluminación nos va a facilitar la toma de decisiones y la realización del listado del equipo. Son muchos los tipos de aparatos que nos ofrecen los fabricantes, con un amplio abanico de precios. Este hecho nos permite encontrar una solución adaptable al evento a iluminar.

Entre las más de 140 empresas que se dedican al diseño, fabricación y venta de aparatos de iluminación destacamos algunas de las marcas más utilizadas en la iluminación de eventos como ADJ, AFX LIGHT, AMERICAN DJ, AUDIBAX, BEAMZ, E-PRO, CAMEO, EUROLITE, IBIZA LIGHT, ACME, ALTMAN, APOLLO, LASERWORLD, JB SYSTEMS, JB-LIGHTING, LED VISION, MARK, SHOWTEC, WORK PRO, STAIRVILLE, VARYTEC, DOUGHTY, MARTIN, ETC, TRITON, BRITEQ, ELUMEN8, PRO LIGHT, ARRI, HQPOWER, STRAND, DESISTI, HIGH END SYSTEMS, DTS, SKYTEC, E-LITE, INFINITY, CHAUVET PRO, VARI-LITE, ROBE, MOVITEC, COEMAR, CLAY PAKY o AYRTON, por ejemplo.

Iluminación de eventos también implica conocer asuntos como las conexiones eléctricas, el reparto de cargas eléctricas, el trabajo con estructuras, plataformas y escenarios, técnicas de rigging, manejo de consolas de iluminación y técnicas de medición.

Cada uno de los equipos de iluminación tiene que ser utilizado por personal técnico cualificado proveniente de los años de experiencia dentro de la propia industria, de la titulación que otorga la Formación Profesional de Grado Superior o centros de enseñanza específicos.

Iluminar eventos no es solo técnica y equipamiento, es saber construir un lenguaje y una narrativa de la luz, generar atmósferas y ambientes. Todo aquello que tiene que ver con las técnicas de iluminación que determina la calidad, la medición y el uso de la luz, trabajar en clave alta o baja, manejar el gradiente de las sombras, entre otros aspectos. Todos muy interesantes, pero ajenos al objeto de este artículo.

Una correcta iluminación permite descubrir la forma y el volumen a los objetos, destacar las texturas de la escena, añadir la sensación psicofísico del color, dirigir la mirada del espectador/público, construir el espacio y la sensación de tamaños, presentar un tiempo y estación del año dentro de nuestro evento, mostrar una época histórica o dar carácter y personalidad a los personajes, además de incluso llegar a un clímax narrativo. Por eso, gracias a la tecnología en el ámbito de la luz y a las aportaciones de los profesionales de la iluminación, la iluminación es parte fundamental en los eventos en la actualidad e, incluso y en muchos casos, la protagonista.

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