Genuix: Tecnología en todas las aulas

El sector educativo debe mantener en su ADN la tecnología. Tiene todo el sentido del mundo que el futuro de nuestro país, niños que abrazan las innovaciones audiovisuales desde los primeros años de su vida, se formen con estos estímulos y herramientas en las aulas. Carlos Martín, responsable de Genuix, nos dedica unos minutos para contarnos las últimas tendencias en este campo y para trasladarnos la evolución de la integradora malagueña.
Genuix comenzó dando una gran importancia al apartado del sonido, pero finalmente optasteis por ofrecer soluciones AV completas. ¿Cuál ha sido la evolución de la compañía?
Así es. Todos venimos del mundo de la acústica, del audio. De hecho, somos ingenieros de sonido e imagen, pero un poco más centrados en la acústica. Casi todos hemos hecho investigaciones de ese campo y, de hecho, la idea en un principio era fijarse en el ámbito de sonido, porque era lo que nos gustaba, lo que nos llamaba la atención y lo que habíamos investigado. Pero sí, poco a poco el mercado nos orientó a que no tenía sentido ofrecer solamente eso, ya que tenía que ir de la mano del vídeo y de la integración. Nuestro corazoncito sigue estando en el audio y en la acústica, pero nos hemos abierto y ahora abarcamos todo lo que son las integraciones audiovisuales.
¿Cuáles son las áreas de actuación de Genuix en la actualidad?
A día de hoy, nuestra área más grande es la educación, pero también abarcamos todo lo que tiene que ver con equipamiento escénico, con corporativo, con salas de reuniones, salones de actos y teatros.
En los últimos tiempos, habéis dirigido gran parte de vuestra especialización al ámbito educativo, con algunos proyectos de gran interés: Universidad Miguel Hernández, Universidad de Sevilla, UCA de Cádiz, Universidad de Jaén… ¿Os ayudó el haber ganado el concurso Spin-Off de la Universidad de Málaga para conocer las necesidades que existían en el ámbito educativo?
No nos sirvió de manera directa. Por aquel entonces, no teníamos ese conocimiento tan pleno sobre las integraciones. ¡Hablamos de 2007! Pero en aquellos momentos en los que estábamos montando la empresa, sí que nos aportó confianza que alguien apostase por nosotros. Realmente, cuando creas una compañía, no sabes lo que se te viene encima, si va a tener éxito o no… Incluso puedes creer que es útil lo que ofreces pero realmente no saberlo. Que la Universidad de Málaga nos apoyase fue una inyección de moral, más allá de los medios que nos pudieron facilitar. Dio la casualidad de que ese apoyo vino de un ámbito educativo, en el que estudiamos todos, pero pasaron unos años hasta que nos centramos en este campo.

¿Existe en el mercado educativo una demanda clara por los productos audiovisuales?
Existe movimiento en el mercado educativo, pero también es cierto que todavía cuesta que distingan a las empresas que están especializadas en el ámbito de la integración audiovisual, de otro tipo de compañías de informática o de electricidad. No obstante, poco a poco los responsables de IT y audiovisuales sí van apreciando las diferencias. A veces han tenido malas experiencias con empresas que no están centradas en el ámbito audiovisual, pero van empezando a confiar. Al final, nos dirigimos a un mercado que es tecnológico; la tecnología va avanzando y surgen oportunidades nuevas. Por ejemplo, las últimas tendencias de streaming de las clases: en las universidades se está apostando por la educación a distancia, por lo que ahí sí que es importante contar con medios audiovisuales que permitan esa educación a distancia. De esta forma, los alumnos que no están pueden seguir las clases y tener toda la información disponible. Por otro lado, cada vez se aprecia más el tener toda la gestión unificada mediante sistemas de control o paneles táctiles. Sí que vemos avances, menos de los que nos gustarían, pero existen, sobre todo en las universidades, colegios profesionales y algunos colegios privados. Es un poco más difícil en colegios públicos por cómo funcionan.
¿Hay una gran diferencia entre integrar espacios de educación superior y colegios?
En los colegios al final lo que piden es algo mucho más sencillo. No les importa tener tanto el control de los audiovisuales: están mucho más orientados al precio. En la educación superior, más allá de lo económico, también aprecian otro tipo de cosas tan básicas como la resolución de un proyector o sus valores de luminosidad. Ahí se ve más la diferencia: en que ciertos productos son un poco más caros y los clientes están dispuestos a invertir ese dinero. También hay excepciones, por supuesto. En cuanto a soluciones tecnológicas avanzadas, surgen más en el ámbito de la universidad. De hecho, hemos llevado a cabo varios proyectos en la Universidad Pablo Olavide o en Universidad de Málaga de sistemas de docencia avanzada. Llevan mucho más equipamiento de control, pizarras táctiles, sistemas de colaboración… Eso tiene mucho más sentido en ese tipo de enseñanza superior y no tanto en colegios. Algunos colegios privados sí que se ponen un poco más las pilas, pero otros prefieren optar por lo sencillo. Otra cosa que hacemos es, a veces, equipamiento escénico. Estos centros tienen un salón de actos y les suelen dar bastante uso, por lo que les interesa tener un equipamiento decente.
Imaginemos el proceso de integración de un centro universitario. ¿Qué tipo de soluciones se podrían implementar?
Diría que hay dos tipos de sala. Las primeras son de docencia, las más estándares. Ahí querrán apoyo audiovisual, algo que normalmente se traduce en un proyector de vídeo y en una plataforma que gestione todos los medios audiovisuales. Cada vez se están implementando más con botoneras de control de distintos fabricantes. El proyecto que más conocemos, que es el de la universidad Miguel Hernández, consta de como mínimo unas 200 aulas, por lo que interesa que su gestión sea unificada. Y luego hay un tipo de recintos, tipo salón de actos, que son diseñados a medida y para los que es muy necesario saber el uso que se le va a dar. Ahí volvemos a las salas de la Universidad de Málaga y la Pablo Olavide que hemos llamado de docencia avanzada: son seis espacios grandes, dos y cuatro respectivamente, que tienen sistemas de captación de vídeo, de streaming, almacenamiento… En definitiva, distinguiría entra salas más sencillas pero que se repiten mucho más y en las que se desea tener una plataforma de control; y salas más especiales. Son menos frecuentes, pero se diseñan a medida.

En nuestra experiencia en la feria InfoComm pudimos comprobar que una tendencia clara en el mercado son las pantallas interactivas. ¿Es así? ¿Son demandadas en la actualidad?
Si quieren precio, los clientes van a ir a proyector, pero en el momento en que quieran algo interactivo, estos ofrecen muchas más posibilidades. Es cierto que antes había una diferencia de precio bastante grande, pero esa diferencia cada vez está bajando más. Creo que son muchas las ventajas que tienen los monitores interactivos: el control es más sencillo, no se hace sombra y tienen muchas más posibilidades de actualización: las aplicaciones con las que vienen estos equipos son bastantes más avanzadas que las de los proyectores. Es una tendencia que está llegando a España y que se va a establecer. Esta clase de equipos me gusta mucho en otro tipo de ámbitos, como en presentaciones de proyectos de final de carrera, ya que permiten interactuar con la presentación. Además, si bien puedes pensar que el monitor es pequeño, también es cierto que la mayoría permiten sacar una salida. De esta forma, mientras que con el monitor el ponente puede enseñar su presentación al tribunal, la gente que está en la sala lo puede ver en pantalla grande con un proyector. En este caso concreto, las dos soluciones son complementarias.
En cuanto a captación de vídeo, ¿se están implementando soluciones que capturen el texto escrito en la pantalla, por ejemplo, en nuestro país?
Yo creo que todavía queda. Nosotros ofrecemos opciones de seguimiento del ponente, pero hay muchas otras soluciones interesantes en el mercado. Existen muchos centros a los que les interesa adoptar las últimas tendencias, especialmente en materia de docencia a distancia.
Mobiliario multimedia, integración y control… Existen muchas ramas de actuación diferentes en el ámbito corporativo. No obstante… ¿los sistemas de vídeo siguen siendo la gran estrella?
Así es. Tanto a modo de display, con monitores y proyectores, como a modo de captación. Lo que sí es cierto es que a nosotros nos ha valido mucho para diferenciarnos el tema del mobiliario: parece una tontería, porque al final no deja de ser un accesorio del sistema audiovisual, pero sí nos permite ofrecer un producto a medida. Tenemos varias soluciones de muebles que hacen que sea muy útil la instalación, que sea sencillo el mantenimiento y que el manejo sea accesible. Además, adaptamos estos equipos a los clientes. Volviendo a tu pregunta, a nivel tecnológico, el equipamiento de vídeo sigue siendo el que económicamente cuesta más y el que sigue siendo la estrella.
¿Tenéis una cartera de marcas de confianza con la que soléis contar u os vais adaptando a las necesidades de los clientes?
A veces lo hablo con mis compañeros: tenemos el vicio de querer conocerlo todo y a veces es un poco inabarcable. Hay tantísimo de cualquier solución que a veces es complicado decidir. Pero sí que nos gusta conocer lo que hay en el mercado y ofrecer al cliente lo que le pueda cuadrar más. Evidentemente, es mucho más sencillo conocer los fabricantes justos y ofrecerlos. Al final, de cada fabricante tenemos un catálogo gigante y trabajamos con 30 ó 40 marcas. Es complicado llegar a saber todo lo que hacen, qué ventajas tienen y cómo explicárselo al cliente, pero lo intentamos. Contestando más específicamente a tu pregunta, intentamos adaptarnos a las necesidades del comprador y eso nos obliga a trabajar con distintos fabricantes y saber lo que hay en el mercado.

¿Qué tendencias creéis que se van a imponer, de aquí a cinco años, en el ámbito educativo?
Creo que se va a consolidar el tema de la educación a distancia. Al final, la formación superior y los másteres se están haciendo cada vez más específicos. Por tanto, van a tener alumnos muy especializados, lo que hace que sea sencillo que estos provengan de distintas partes del mundo. Entonces, todo lo que tenga que ver con la educación a distancia, con aportar facilidades a la gente que no esté asistiendo a clase de manera física pero sí de manera virtual, se va a consolidar. Hay herramientas que garantizan acceso a ese conocimiento, a seguir las clases sin retraso y a habilitar procesos para que puedan plantear sus dudas. Está muy relacionado todo el tema del vídeo, tanto de captación, como de acceso a la información. Por otro lado, se extenderá el ámbito de las plataformas para la gestión de exámenes o consultas. Todo el tema de la nube se va a ir imponiendo.
¿Consideras que se mantendrá la tendencia de apostar por las integraciones audiovisuales en los centros educativos durante los próximos años?
Yo creo que no les queda elección. En el mundo en el que vivimos, no pueden pensar que pueden dar las clases como las daban hace 20 ó 30 años. Nosotros cuando estudiábamos teníamos transparencias. Un alumno que está en la calle tiene acceso a contenidos digitales, a formatos digitales y la educación no se puede quedar atrás. ¡No hay marcha atrás! Evidentemente el fondo del asunto y los contenidos de la educación van a seguir estando ahí, pero los formatos se van a adaptar a las nuevas tendencias.