Canon España e Invelon muestran el presente de la realidad virtual en la estación fantasma del Metro de Madrid

La estación fantasma de Chamberí es, a día de hoy, un vestigio de lo que fue el metro de Madrid hace alrededor de un siglo. Desde el 2008, las autoridades de la ciudad la han convertido en un viaje en el tiempo al pasado. El visitante de la estación museo, accesible desde de la propia plaza de Chamberí, puede observar la decoración restaurada que vestía los andenes, los pasillos y las dársenas de este centro neurálgico de antaño. Así mismo, los más atentos podrán imaginar cómo era la sociedad de la metrópolis a través de los diseños publicitarios que adornan las paredes de la estación.
Canon España e Invelon, una empresa española centrada en la creación de soluciones de realidad virtual para distintos sectores, eligieron esta ubicación para transportar al pasado a la prensa del sector y, desde allí, mostrarnos el futurible presente de la tecnología de realidad virtual.
Los invitados fuimos testigos privilegiados de la simbiosis de estas empresas, de reciente creación, pues el sistema de producción de contenidos de realidad virtual, consistente en la cámara cinematográfica Canon R5 C y la lente Dual Fisheye, fue el catalizador de esta relación empresarial.
“Esta tecnología ha llegado realmente para quedarse”, según representantes de la multinacional japonesa. La realidad virtual que nos traslada desde nuestro mundo hasta uno creada mediante medios digitales aún necesita crecer, eso es cierto. Para ello, debe asegurar dos cosas: el contenido, como siempre, y el modo de consumir ese contenido. Estas dos empresas desplegaron una serie de gafas de realidad virtual donde mostraban los contenidos nacidos de esta simbiosis empresarial, además de un contenido grabado en la propia estación con el sistema de Canon. El contenido se consumía a través de las gafas de realidad virtual y, en muchas de ellas, se veía con una resolución que hacía desmerecer la inmersividad.
Respecto a estas carencias, la mejoría está asegurada al respecto del aumento en la calidad de vídeo y audio. De hecho, el sistema de realidad virtual de Canon es capaz de capturar contenido en 180° que otorgan la sensación inmersividad en una resolución 4K. Respecto al acceso a ese contenido, el usuario sigue dependiendo de unas gafas de realidad virtual que no suelen ser muy accesibles —ni en el precio ni en comodidad— y que, a falta de una tecnología mejor desarrollada, siguen produciendo un ligero shock sensorial al usuario poco experimentado. Por esta vía es por donde tendrá que evolucionar la tecnología. Los fabricantes deben encontrar una manera de hacer la entrada a los mundos virtuales más accesible para los bolsillos y más sencilla de implementar en nuestras vidas.
¿Dónde está el negocio?
Según los representantes de Canon, “este negocio representa ya el 75% de la inversión en el mercado de los videojuegos”. Pero es que su influencia no se ha quedado ahí, sino que ha traspasado esta barrera y ha accedido a otros mercados. Son los usuarios finales que pertenecen a otras verticales los que han diseñado sus propios accesos para mostrar a clientes, y a posibles clientes, sus capacidades en realidad virtual. John Amin, CEO de Invelon, nos mostró cómo empresas con las que han colaborado en el pasado que se dedican al mundo de la moda, del diseño o de la inmobiliaria han desarrollado estas experiencias inmersivas en realidad virtual. Durante su presentación, Amin nos transportó hasta eventos en vivo como una pasarela en un desfile de moda o un evento de presentación de nuevos modelos de automoción. También nos enseñó cómo podría ser nuestra futura casa y, aún más allá, como podría quedar la reforma ideal en la casa de nuestros sueños. Todo ello a través de esta tecnología.
Es meridiano que las posibilidades son extensas, los casos prácticos son muy ilustrativos y cada vez resultan más habituales. Lo único que falta es que esta tecnología se extienda entre la sociedad hasta democratizarse para tornarse accesible. Para alcanzar este futuro, el sistema de realidad virtual de Canon y su interacción con empresas como Invelon resultan vitales.