Bioplaces. La joint venture entre Avanzia y Bioo

Tecnología AV para reducir la huella de carbono
La tecnología también tiene su papel en la descarbonización. Además de realizar un control de los consumos y una optimización de los recursos, la ciencia y la tecnología pueden formar parte activa de la lucha. Avanzia ha desarrollado Bioplaces junto a la empresa Bioo, creadora de unas macetas capaces de ser iluminadas a través del contacto humano con una planta. Estas soluciones funcionan transmitiendo las señales que la planta percibe a unos sensores y activando tecnología audiovisual a su paso.
No obstante, este no es el límite. El concepto puede ir más allá. También han creado un sistema para que la energía de las plantas sea almacenada y transmitida a distintos productos audiovisuales: ya sean luminarias o altavoces. El desarrollo de algo así, nos confiesa Jorge Ontalba, Marketing Manager y Cuentas Estratégicas de Avanzia, continúa en posibilidades como el mobiliario urbano o la iluminación de grandes superficies exteriores. La naturaleza es el límite.

Eden Project Volvo Cornwall UK
¿Cómo se involucran Avanzia y Bioo?
Nosotros conocemos a Bioo a través de sus productos cuando estaban en desarrollo. Crearon una solución muy novedosa que nos llamó mucho la atención porque la aplicación más directa era generar luz.
Como neófitos, veíamos una serie de macetas blancas en las que estaban incluidas varias plantas. Si tocabas una, la maceta se iluminaba. Nos pareció interesante porque Avanzia es una ingeniería de integración estratégica audiovisual que está acostumbrada a ser original en sus instalaciones. Por nuestra experiencia al hacer showrooms, como el que hicimos con Vodafone —el evento se denominó BEC (Business Experience Center)—, lo que se ha premiado no es solo desplegar tecnología punta, sino que la forma de experimentarla sea realmente interactiva. Para conseguir esta experiencia vivencial nosotros tratamos de llegar a los cinco sentidos. Jugamos con elementos como la colorimetría, los flujos de las señales, sonido aurealizado e, incluso, con el marketing olfativo.
Con este contexto, rápidamente entendimos que esta era una forma de mezclar sonidos e iluminación, además de jugar con flujos de latencia. Es decir, que no solamente se encienda una luz, sino que podamos cambiar el tipo de color con degradados. De hecho, Bioo ya había otorgado la característica de ser RGB en sus luminarias. Por ello, decidimos emprender una joint venture a raíz de ese amor empresarial a primera vista.
¿Ya habéis dado rienda suelta a ese amor? ¿Cuáles son los despliegues en los que habéis utilizado los productos de Bioo?
Con Sanitas hicimos una demo en la que jugamos a Simón Dice, el famoso juego, con los colores corporativos de la empresa. Bioo también contaba con un caso de éxito en el Jardín Botánico de Ibiza. Ya habían recreado la escala de un piano en los sonidos que los usuarios emitían al tocar las plantas. En alguna discoteca, también de Ibiza, DJs de primera fila también la utilizaron en sus espectáculos de música electrónica.
A través de Beatriz Martín, desarrolladora Creativa en Avanzia, de nuestro equipo de Ingeniería, empezamos a crear para Bioo distintas aplicaciones para que el interruptor biológico generase la orden que quisiéramos. El caso más reciente que hemos hecho en este sentido fue en Cornualles, Inglaterra. La compañía automovilística Volvo presentó su primer modelo eléctrico, el CX40, en un paralelismo con esa concienciación verde. Lo que planteamos allí fue una serie de disposiciones de las macetas en las que, cuando el usuario las tocaba, se generaban colores y un call to action que era un vídeo corporativo o el jingle de la compañía.
Creemos, en definitiva, que esta tecnología añade valor a las experiencias. No es lo mismo leer un folleto o abrir un mail de publicidad que experimentar esa misma información a través de la interacción del usuario con una serie de elementos naturales que aportan colores y sonidos. Es decir, consecuencias didácticas a través de experiencias inmersivas. A nivel corporativo, nos parece no solo un canal espectacular para el mensaje, sino también interesante. El mundo son números y letras y esta es otra forma de transmitir nuestro mensaje.
¿Cuáles son los detalles específicos de la relación Avanzia / Bioo?
Trabajamos con Bioo desde el backoffice. Es decir, en función del proyecto de Bioo y/o de Avanzia, lo que desarrollamos es algo a medida del cliente. Aunque los dispositivos sean iguales, luego cada uno quiere una bombilla especial, una ecualización distinta, etc.
Al final, nuestro recorrido conjunto es el de ir subiendo peldaños para ayudar al cliente a integrar las soluciones conjuntas que nos demandan a través de un expertise compartido. Nuestra labor, como en el caso de Volvo, es también realizar una prospección del mercado para llegar a ellos y ofrecerles soluciones que nunca se habían planteado.
En el lado de la implementación técnica, Beatriz trabaja muy de la mano con el ingeniero de Bioo. En lo personal, se trata de un maridaje muy interesante. Avanzia va a cumplir 20 años en 2023, Bioo fue fundada por un chico sevillano, Pablo Vidarte, que, entonces, tenía 20 años. Ha conseguido llevar la compañía a sitios impensables y ha sido galardonado por el Parlamento Europeo y por empresas de Silicon Valley. Avanzia necesitaba productos referenciales. Ambas partes están muy contentas en la relación y esperamos seguir haciendo este tipo de integraciones a nivel internacional. Es decir, queremos seguir haciendo crecer los Bioplaces, o la unión entre Avanzia y Bioo.

Botanico de Ibiza.
¿Existe algún reto en la integración de esta tecnología o está tan desarrollada que es perfectamente desplegable?
Hay distintos productos que son prácticamente plug and play. Pero depende mucho de qué es lo que el cliente quiere que suceda cuando una persona toque esa planta. En algunos aspectos, sí es necesaria una elaboración más exhaustiva. Hay un producto, el Bioo Panel, que está diseñado para ser insertado en la tierra. De este modo, la electricidad orgánica que se genera puede ser amplificada. Para esta integración sí se requiere una dedicación mayor. Necesitamos que la conectividad orgánica entre el Panel y el suelo donde se va a instalar genere vida. Los resultados tampoco son inmediatos. La vida tiene que abrirse paso para que se cumplan las expectativas.
¿Qué problemas habéis encontrado en el despliegue particular de los casos de uso que has mencionado?
Hemos tenido más problemas a nivel corporativo que a nivel tecnológico. Por ejemplo, nos han puesto trabas para introducir material orgánico en multinacionales. También nos han mirado con lupa estas integraciones con respecto a las alergias. Lo cierto es que no hay polinización en el tipo de plantas carnosas que ponemos porque no hay insectos. Hay algunas empresas que solo lo ven para recepciones exteriores, por ejemplo. Cuando hicimos ese proyecto que comentaba anteriormente con Volvo, también nos encontramos restricciones en las fronteras. Las plantas que se introducen en las macetas de Bioo pueden ser cualquier tipo de flora. No necesita ningún tratamiento especial, al igual que el sustrato.
La planta no necesita nada más que un riego controlado, el mismo al que someteríamos a cualquier planta decorativa que tuviéramos en casa.
¿Cuál es la técnica escondida en la maceta de Bioo?
Lo único que necesitamos es que la planta entre en contacto con la materia orgánica del sustrato a través de una sonda. Esta tecnología recibe los impulsos de la planta. Estas señales son manejadas a través de unas controladoras de la propia empresa Bioo. En la tarjeta masticamos la información y se la lanzamos a los distintos productos. Estos destinos pueden ser la maceta —que tiene una placa en la base con la capacidad de transformar las señales y de emparejar productos— o cualquier otro producto, como unos altavoces. Hay controladoras de primera y segunda generación que permiten conectar entre cuatro y seis plantas. La conectividad se realiza a través de varios ordenadores en los que le damos forma.
La señal se produce y se gestiona de forma prácticamente inmediata, —tiene algún milisegundo de latencia—. Nosotros trabajamos con NX para transmitir esa señal. Este es el workflow que hemos seguido en los ejemplos que hemos compartido.

Dispositivos
¿Qué aporta esta solución a la lucha contra el cambio climático?
Es cierto que las soluciones en las macetas sí tienen que ir conectadas a la red. Pero los Bioo Bench tienen la particularidad de generar su propia energía. Son unos bancos de reposo con un diseño muy cuidado que están pensados para mobiliario urbano y para salas de descanso corporativas o museísticas. Están pensados técnicamente para generar y almacenar energía. Por ejemplo, se han ideado, de momento, como estaciones de carga para periféricos que se conectan a través de USB. Es energía totalmente limpia.
La otra solución es aún más autónoma. Son los Bioo Paneles. Son planchas de césped que se pueden integrar en el suelo. Están preparados para ser unidos a modo de mosaico y, así, multiplicar exponencialmente la energía. A día de hoy, podríamos implementar esta tecnología en grandes superficies como, por ejemplo, un campo de golf o un latifundio de agricultura. Podríamos dar este servicio a las luminarias que los alumbran.
Como todo lo relacionado con la descarbonización, debemos pasar por un proceso de evolución.Por otro lado debemos cambiar los conceptos de la sociedad y, por último y muy importante, es una cuestión de reeducación. ¿Por qué no usamos todos estos recursos para generar o amplificar lo que se puede hacer en los espacios? Nosotros sabemos que no vamos a poder iluminar un campo de fútbol con esta energía que está muy relacionada con el concepto de la biomasa.
¿Qué proyectos tenéis por delante? ¿Hasta dónde podéis llegar con esta energía?
Los Bioo Panels alcanzan una superficie de 49 m2, en láminas de 7 por 7. En esos espacios podemos generar electricidad. La idea es utilizar estos paneles para forrar un campo de golf en EE. UU. Tenemos planteado desplegarlos en varios puntos del campo —precisamente un lugar tan estigmatizado en el concepto medioambiental por la destrucción de ecosistemas y por el alto consumo de agua—, alcanzando 20 o 30 hectáreas.
Debemos tener en cuenta que la materia orgánica se conecta como la corriente entre sí. Estamos haciendo un injerto de un Bioo Panel en una zona que ya tiene vida. Cuando lo riegas y se empieza a conectar y a ganar capilaridad podemos abarcar grandes superficies. Las plantas generan una pequeña energía. Cuanto más grande sea la superficie, más plantas habrá, por lo tanto, más energía se generará. El gran reto es contribuir a que esa energía que genera la naturaleza cada vez sea mayor, —tratando de no ser intrusivos—, y que nosotros seamos capaces de utilizar los recursos energéticos que nos brinda.
En esta línea, tenemos ideas como por ejemplo, dentro del contexto de la movilidad urbana actual, desplegar Bioo Benches para generar estaciones de carga neutrales en la carbonización para cargar patinetes eléctricos.
¿Qué camino debe seguir esta tecnología en el ámbito audiovisual?
Independientemente del display, no todos los fabricantes se adaptan al mismo tipo de consumo, ni todos los clientes necesitan la misma cantidad de potencia. Por ejemplo, una vertical muy interesante para esta tecnología es la museografía. El espacio como tal debe tener cierta oscuridad para generar una sensación envolvente y experiencial.
La asignatura pendiente es el corporativo. ¿Cómo lograríamos ese efecto Wow en un atrio de una gran corporación en Plaza Castilla? Estos lugares tienen mucha luz y la espectacularidad de su carta de presentación audiovisual necesita de una gran potencia. Los lúmenes que nos otorgaría esta tecnología no llegarían a ese estándar de momento.