AREACAD y el Museo Cátedra Ramón y Cajal

Una clase para la posteridad
El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), situado en el número 51 de la calle Santa Isabel de Madrid, es la ubicación de la última e interesante instalación audiovisual ejecutada por AREACAD. En concreto, la compañía se ha encargado de la dotación de sistemas audiovisuales del aula Ramón y Cajal, emplazamiento en el que el premio nobel, fallecido en 1934, dio clase durante 30 años.
Y es que, desde noviembre de 2018, este emplazamiento tan emblemático ha pasado a formar parte del circuito de visitas guiadas, visitas teatralizadas y talleres de neurociencia del Colegio. Hablamos de un programa de actividades previo antes de la ejecución definitiva del Museo Cátedra Ramón y Cajal, el cual ocupará un total de 1.500 metros cuadrados del ICOMEM. Se planea que entre un 30 y el 50 por ciento del mismo abra sus puertas a finales de 2019.
El presidente del ICOMEM, Dr. Miguel Ángel Sánchez Chillón, ha confirmado que se encuentra en conversaciones para que este proyecto llegue a buen puerto con entidades como el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), representantes y descendientes de la escuela Cajal, descendientes y familiares de Santiago Ramón y Cajal y diferentes instituciones privadas.
El Museo Cátedra Ramón y Cajal centrará sus esfuerzos durante este año en adaptar y mejorar el histórico edificio, declarado de Bien de Interés Cultural en 1997.

Pero centrémonos en el aula que nos ocupa. El sistema audiovisual que ha sido implementado permite la posibilidad de desarrollar visitas teatralizadas, utilizar la sala como un museo y albergar ponencias y congresos sobre medicina. Dos personas del departamento de ingeniería de AREACAD y tres del departamento de instalaciones han trabajado de manera directa en este proyecto. Como partners, la empresa ha contado con los suministros proporcionados por Charmex, Audio-Technica y Space Screens, además del talento de su propio equipo de carpinteros, encargados de crear a medida el visor de proyección ubicado en la cabina de proyección.
En este espacio se encuentra el modelo Vivitek, el cual cuenta con Tecnología DLP, resolución WUXGA y una luminosidad de 6200 ANSI lumens, especialmente pensado para la proyección con las luces de la sala encendidas. Con respecto a su pantalla, hablamos de un modelo eléctrico tensionado, fabricado a medida para, así, cubrir a la perfección el cuadro del Doctor Ramón y Cajal cuando se precisa su utilización. AREACAD ha apostado por la versatilidad en el apartado audiovisual, ya que el sistema que ha integrado permite la posibilidad de mostrar vídeo de tres formas diferentes: de manera inalámbrica, mediante el sistema de conexión Vivtek NovoPro para presentaciones o ponencias; con contenidos precargados cuando la sala actúa como museo a través del sistema NovoDS para control de cartelería digital y, finalmente, mediante la conexión física de una fuente HDMI a la caja de conexiones ubicada en la mesa de presidencia.
En el apartado de audio, se ha integrado un mezclador automático de Audio-Technica ATDM-0604, el cual cuenta con un reductor de feedback para moderar la reverberación. Este sistema puede ser controlado a través de un iPad ubicado en cualquier parte del aula. Si hablamos de la P.A., contamos con 4 cajas autoamplificadas Apart de la serie OVO en su versión 8”+1” con una potencia de 60W RMS. Para la microfonía inalámbrica se ha contado con tres sistemas de AKG, uno de mano y dos de solapa.
Según ha confirmado a AV Integración Arturo Sanz, Director técnico de AREACAD, el proyecto ha precisado de seis meses de planificación con el Área de Patrimonio Artístico ICOMEM con el fin de perseguir un firme objetivo: no “alterar o afectar la identidad histórica de la misma”. Y es que este ha sido uno de los mayores retos de la integración: “Hay que tener en cuenta que es un edificio protegido por Patrimonio y todo lo que se integre no debe afectar a la estructura y estética del edificio. Para nosotros siempre es un desafío cualquier actuación en entornos de este tipo y es uno de nuestros valores añadidos. Entender perfectamente que estamos trabajando en un entorno protegido, donde hay que respetar estética e integridad de todos los elementos a tratar por su incalculable valor, es imprescindible”.

Por supuesto, estas características únicas del espacio afectan a la armonización de los elementos audiovisuales y su integración en el aula. AREACAD ha querido cuidar especialmente este aspecto: “Si tenemos que montar un altavoz para que pueda haber audio en la sala, habrá siempre que buscar el que menos impacto visual produzca, pero en ningún caso podrán alterar estéticamente a la sala el cableado o las canalizaciones”. Este enfoque se ha extendido a la instalación del sistema de proyección de vídeo: “Era impensable el colocar un proyector en el techo de la sala, por lo que se hizo lo necesario para readaptar una cabina de proyección existente para sacarlo fuera y no impactar en la estética del recinto”.
Por supuesto, como Arturo Sanz remarca, no estamos ante un proyecto sencillo: “Para preservar la integridad del aula, se ha practicado todo el cableado por el techo de la sala, trabajando bajo cubierta de madera en todo momento. Contando con que el techo de 180 años no se puede pisar, fue necesario instalar líneas de vida para que el personal pudiera moverse con seguridad por el artesonado de madera. De igual manera, todo el equipamiento suspendido del techo ha precisado de refuerzos a medida para llevar las cargas a la estructura de madera, evitando sobrecargar los techos de escayola y así también cumplir la normativa al respecto”.
No es la primera experiencia de la integradora en un proyecto de estas características, ya que la empresa ha trabajado en entornos similares como la Residencia de Estudiantes, en la que residieron figuras como Federico García Lorca, Salvador Dalí o Severo Ochoa; la Bolsa de Madrid, el Palacio de Longoria u otras salas de propio Colegio Oficial de Médicos de Madrid.